
Esta es la poderosa razón por la que estas Navidades debes llenar tu árbol de bolas rojas
Andalucía - Publicado el
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Cuando llegan estas fechas, las casas se llenas de belenes y de abetos decorados. Bolas de colores, campanillas, figuritas con los tres Reyes Magos o coronas. Pero, ¿Sabemos realmente qué significan estos adornos? No solo se trata de decorar, también tenemos que saber qué significan cada uno de ellos y usarlos en armonía.
Según la tradición, los colores del árbol van cobrando diferentes significados. Empecemos por las bolas, que es el clásico adorno que siempre luce en nuestro árbol de Navidad. ¿Qué significado tienen realmente? Según manda la tradición, las bolas representan las manzanas que colgaban del árbol, que en sus orígenes era un roble y no un abeto. Cada una de las bolas representa la abundancia y el amor por la Naturaleza.
EL ROJO SIMBOLIZA LA GENEROSIDAD
Si hay un color que nunca falta en nuestro árbol de Navidad, es el rojo. Y es que este color representa el fuego y la sangre y es símbolo de generosidad. Por eso es el color que tradicionalmente más asociamos con estas fechas. Pero hay más colores que no deben faltar en nuestro abeto.
Debemos elegir también adornos verdes porque este colore simboliza la esperanza, la naturaleza y la vida. Es un color que podemos utilizar en algunos centros de mesa y que podemos decorar con elementos naturales como las piñas, tan habituales en esta época del año.
ABUNDANCIA Y PROSPERIDAD
El color plata también lo encontramos en muchos adornos. Representa, al igual que el dorado, la abundacia y la prosperidad. Según cuenta la leyenda, aquellas familias que tengan estos colores en su árbol de Navidad tendrán un año lleno de riqueza. Entre todos los colores hay otro que también predomina, hablamos del blanco. Este color tampoco debe faltar en nuestro árbol ya que simboliza la pureza y la alegría.
Aunque las modas van cambiando en la decoración de nuestro árbol, una costumbre que se mantiene en muchas casas es ir recuperando los adornos año tras año, de esta forma, estos objetos van cobrando un doble significado por los momentos compartidos.
El árbol navideño tal y como lo conocemos en la actualidad, tiene su origen en Alemania, Para encontrar la primeras referencias sobre su origen, tenemos que irnos hasta finales del siglo XVI, cuando un árbol fue decorado para ambientar el frío de la Navidad. Esta tradición se fue extendiendo hasta llegar hasta hoy. A nuestro país, esta tradición de decorar nuestra casa con un abeto de Navidad data de principios del siglo XX, cuando junto al nacimiento, muchas casas incorporaron el abeto.
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