El municipio más pobre de España está en Málaga y es por culpa de la dana y de la sequía: "Somos muy felices"
Benamargosa es un pueblo de la Axarquía malagueña con algo más de 1.500 habitantes. Su actividad económica más importante es el cultivo de subtropicales (mango y aguacate, especialmente)

Salvador Arcas, Alcalde de Benamargosa
Sevilla - Publicado el - Actualizado
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La historia vuelve a repetirse y confirma una tendencia que, año tras año, deja en evidencia las desigualdades económicas entre los distintos territorios de España. Hacienda ha publicado, como cada ejercicio, la Estadística de los declarantes de IRPF por municipios, un informe que revela los niveles medios de renta de los ciudadanos en función de dónde viven.
El ránking de 2025 no trae grandes sorpresas: en lo más alto se encuentra de nuevo Pozuelo de Alarcón (Madrid), mientras que en el extremo opuesto aparecen municipios andaluces, en esta ocasión con Benamargosa (Málaga) como el de menor renta media de todo el país.
La diferencia entre ambos polos resulta llamativa: en Pozuelo, los contribuyentes declaran una renta media de 88.011 euros por habitante, mientras que en Benamargosa apenas alcanzan los 13.368 euros. Una brecha que supera los 74.000 euros y que pone de manifiesto no solo las disparidades económicas, sino también las distintas realidades sociales y productivas que existen en España. La realidad de Benamargosa

Benamargosa es un lugar idílico
la historia de benarmargosa: dedicados al cultivo
Benamargosa es un pequeño pueblo de la Axarquía malagueña, con poco más de 1.600 habitantes, donde la economía gira en torno al campo. Sus tierras han estado tradicionalmente dedicadas al cultivo de aguacates, mangos y limones, productos que en la última década han convertido a la comarca en un referente de la agricultura subtropical en Europa. Sin embargo, la dependencia directa de la agricultura también implica vulnerabilidad frente a factores climáticos y económicos que escapan al control de los vecinos.
“El pueblo se ha sustentado siempre en la agricultura, pero hemos sufrido muchos años de sequía severa. Los árboles se han estresado, se han perdido explotaciones enteras, y a esto se suma que en la parte baja del municipio padecemos con frecuencia las danas e inundaciones”, explica Salvador Arcas, alcalde de Benamargosa, en declaraciones a COPE Andalucía.

La sequía y la dana han golpeado duramente al pueblo
“Las subvenciones no terminan de llegar y todo se complica. Pese a ello, este es un pueblo donde se vive muy bien, la gente es feliz, y el ránking es algo circunstancial. De hecho, Benamargosa ha estado en los puestos altos cuando la actividad agrícola era plena”, añade.
El regidor insiste en que el dato de renta no refleja la calidad de vida del municipio. “Aquí hemos crecido en población. Estamos muy cerca de Vélez-Málaga y eso nos ha permitido atraer a nuevos vecinos. Tradicionalmente, Benamargosa ha sido un pueblo de acogida, donde llegaban trabajadores de alrededor para las campañas de recolección. Dependemos del campo y de las circunstancias meteorológicas, pero tenemos una vida comunitaria muy rica”, apunta. ¿Más renta significa más felicidad?
LA FELICIDAD NO DEPENDE SOLO DE LA RENTA
El contraste con Pozuelo de Alarcón, municipio de lujo en la Comunidad de Madrid donde residen altos ejecutivos, empresarios y celebridades, plantea la eterna pregunta: ¿el dinero garantiza una vida más plena?. En Benamargosa, el alcalde responde con un rotundo no. “Aquí la felicidad no depende del dinero, sino de la tranquilidad, de la cercanía entre vecinos, de vivir en contacto con la naturaleza y de conservar nuestras tradiciones”.
En ese sentido, el pueblo malagueño se esfuerza en revalorizar su identidad cultural y gastronómica. Cada abril se celebra la Fiesta del Campo, donde se rinde homenaje a los productos locales y se da a conocer la cocina típica de la zona. Uno de los platos más singulares es el zoque, una ensalada elaborada con “limón cantudo” picado, aguacate, aceite de oliva y otros ingredientes frescos de la huerta.
Este tipo de celebraciones refuerzan la cohesión social y atraen visitantes, lo que supone también un pequeño impulso económico para un municipio que busca alternativas más allá de la agricultura. De hecho, en los últimos años se ha apostado por el turismo rural y gastronómico, aprovechando la belleza del entorno, la cercanía a la Costa del Sol y el auge del aguacate como producto estrella en los mercados internacionales. Dos realidades opuestas

Benamargosa durante la dana
El informe de Hacienda refleja dos realidades muy distintas. Mientras Pozuelo simboliza el poder adquisitivo y la concentración de grandes patrimonios, Benamargosa ilustra las dificultades de los pequeños municipios agrícolas para competir en un contexto de sequías, crisis climática y falta de inversión estructural. Sin embargo, también demuestra que la riqueza económica no siempre equivale a bienestar social.
En palabras del propio alcalde, “este pueblo tiene poco dinero, pero mucha vida”. Una afirmación que invita a reflexionar sobre qué significa realmente ser rico: si tener un alto nivel de ingresos, como ocurre en Pozuelo, o disfrutar de un entorno saludable, unas relaciones sociales estrechas y un patrimonio cultural que da sentido a la comunidad, como en Benamargosa.
En definitiva, los datos de Hacienda ponen cifras a una desigualdad que existe en España desde hace décadas, pero también recuerdan que, detrás de cada estadística, hay historias de superación, identidad y orgullo local que no se pueden medir en euros.