Cada vez son más las personas que se animan a practicar deporte y ese aumento de persona es especialmente elevado en las mujeres. Cuanto más deporte practicamos más opciones tenemos de caer lesionados. Especialmente sensibe suelen ser las zonas de las articualciones y especialmente rodillas y tobillos. En la liga femenina de baloncesto ya son seis las jugadoras en quince jornasas que se han lesionado del ligamento cruzado de la rodilla, un número especialmente alto. Para el doctor Vicengte de la Varga, director de CAMDE y especialista en traumatología y cirugía ortopédica no es tan sorpredente este dato: "Es una lesión bastante frecuente y más habitual en mujeres que en hombres. Hasta seis veces es más frecuente que una mujer padezca esta dolencia a que lo haga un hombre", explica.

La explicación de por qué las mujeres están más predispuestas a la lesión son fundamentalmente anatómicas: "La anatomía del hombre y de la mujer presentan ciertas diferencias. Las mujeres, por norma general, tienen las caderas más anchas que las rodillas, por lo tanto tienden a tener más juntas las rodillas. Esa combinación, más la rotación interna de la columna, el aumento de la curva de la espalda en su parte más baja y la estrechez de la rodilla...Las rodillas tienen dos cóndilos femorales, son dos protuberencias que articulan con la tibia y un hueco en medio. Pues ese hueco es por donde transcurre el cruzado anterior y en las mujeres suele ser más estrecho y el ligamento también es más estrecho y por tanto tiene más riesgo de rotura".

Pero no es sólo en las rodillas donde hay diferencia, el ciclo menstrual también tiene mucho que ver: "El tema hormonal también afecta mucho a la calidad del colágeno. Esto provoca que las mujeres sean más elásticas e incluso puede variar con los días del ciclo menstrual. En función de la cantidad de estrógenos que haya en sangre los ligamentos son más o menos elásticos. Todo esto favorece que tengan más propensión a padecer esguinces".

Las lesiones de rodilla suelen ser las más temidas por el tempo de convalecencia pero en palabras del Doctor de la Varga son evitables: "Las lesiones del cruzado anterior se producen sin que haya contacto físico con el contrario. Son lesiones que nos producimos nosotros solos al hacer un mal apoyo, caer mal o realizar un mal giro de la rodilla. Es la lesión más previsible y de las pocas que se pueden prevenir. Hay muchos programas preventivos, sobretodo para mujeres, para evitar estas lesiones. Esos programas consisten en fortalecer con diversos ejercicios los músculos isquiotibiales”.

Como se suele decir más vale prevenir que curar y si eres mujer, con más razón todavía.