SUCESOS
Detienen a dos voluntarios de una ONG por robar bonos de comida para familias vulnerables
Los arrestados son padre e hijo, de 18 y 46 años, que se apropiaron de los bonos, que suman 2.400 euros y que conceden los Servicios Sociales de Málaga
Los agaentes de la Policía Nacional arrestaron a los sospechosos tras una compleja investigación
COPE MÁLAGAMálaga
Tiempo de lectura: 2'Actualizado 15:11
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Málaga a dos hombres, padre e hijo, de 46 y 18 años, respectivamente, como presuntos responsables de la sustracción de 37 tarjetas para la compra de alimentos destinadas a familias desfavorecidas durante la crisis del coronavirus.
Los investigados se habrían apropiado indebidamente de los bonos mientras realizaban funciones de reparto como parte de la asociación a la que pertenecían. El valor total de la cantidad de dinero sustraída asciende a 2.370 euros.
La investigación se inició después de que un responsable de la entidad denunciara la sustracción de unas tarjetas empleadas para la compra de alimentos y productos de primera necesidad canjeables en supermercados y otorgados por los Servicios Sociales en Málaga, orientados a aquellas familias más vulnerables durante el periodo de confinamiento derivado de la pandemia.
Con el transcurso de las indagaciones, los agentes comprobaron que, efectivamente, los arrestados aprovechaban su condición de voluntarios de la organización y, además, la situación precaria de los receptores de las tarjetas –principalmente, familias de inmigrantes -- para hacerse con los bonos.
Modus operandi
Las acciones las llevaban a cabo mediante la apropiación de una de las tarjetas, no de todas, para evitar, de esta manera, levantar sospechas. El importe canjeable de las tarjetas oscila entre los 50 y los 80 euros.
Los agentes observaron cómo los detenidos remitían a la entidad de la que eran voluntarios los documentos, justificando la entrega a sus beneficiarios de la totalidad de las tarjetas de alimentación, cuando en realidad entregaban varias tarjetas menos.
Además, dado que los repartos se produjeron durante el periodo de confinamiento, los sospechosos requerían de los receptores que firmasen los documentos sin poder tocarlos ni leerlos con la excusa de evitar un contagio, consumándose así la apropiación indebida.
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