Tu cuerpo tiene reloj: una pastilla puede ser mucho más efectiva si la tomas a la hora correcta
La cronobiología estudia los relojes internos de nuestros órganos para mejorar tratamientos y calidad de vida

Escucha la entrevista con el doctor Alfonso Blázquez
Málaga - Publicado el
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¿Sabías que tu hígado no trabaja igual por la mañana que por la noche? ¿O que una pastilla puede ser mucho más efectiva si la tomas a la hora correcta? La cronobiología, una ciencia que está revolucionando el mundo de la medicina, se dedica a estudiar los ritmos biológicos que marcan la actividad de cada órgano de nuestro cuerpo. “Es la ciencia que trabaja cómo cambia y oscila toda la fisiología humana a lo largo del día, de la semana o del año, adaptándose a las condiciones externas del tiempo y la hora”, explica el Dr. Alfonso Blázquez, especialista de referencia en este campo, en una entrevista para La Noche de Adolfo Arjona.
Según Blázquez, la idea de que nuestros órganos tienen “horarios” no es nueva. Ya los antiguos griegos y egipcios notaron que la evolución de enfermedades y las funciones del cuerpo variaban según la hora del día. Sin embargo, fue con el descubrimiento del reloj molecular circadiano cuando la cronobiología comenzó a ser una disciplina científica consolidada.
¿Cómo funciona el reloj de tu cuerpo?
“No todos los órganos funcionan igual durante todo el día, ni necesitan hacerlo”, señala Blázquez. Por ejemplo, el páncreas tiene una mayor actividad para secretar insulina tras la primera comida del día, alrededor de las 9 de la mañana, cuando el cuerpo necesita transformar la glucosa en energía. A las tres o cuatro de la madrugada, esa función se reduce porque no hay necesidad.
El corazón y la presión arterial también muestran variaciones notables. La presión arterial se eleva al levantarnos para preparar el cuerpo para la actividad y disminuye durante la siesta o por la noche cuando estamos en reposo. “Cada órgano tiene un ciclo propio, con momentos de máxima y mínima actividad”, afirma el experto.
El cerebro tampoco escapa a esta regla. El sistema reticular, encargado de mantener la alerta, funciona en ciclos de aproximadamente 45 minutos, lo que explica por qué las personas tienden a desconcentrarse o dormirse durante clases o reuniones muy largas. Aunque los órganos siguen un patrón general, el reloj biológico es también una cuestión personal y genética. Blázquez comenta: “Yo, por ejemplo, soy muy matutino, puedo ser más productivo a las 7 de la mañana, mientras que otra persona puede estar más activa a las 9 o incluso más tarde”.
Las consecuencias de vivir a contrarreloj
Trabajar en turnos nocturnos o alterar constantemente los horarios puede ser perjudicial para la salud. El Dr. Blázquez habla de “cronodisrupción”, una desincronización entre nuestro reloj interno y el ambiente externo. Esta descompensación está vinculada a enfermedades graves como cáncer de mama, próstata, melanoma y síndromes metabólicos.

El estrés y el ritmo de vida que llevamos puede suponer un gran problema
“Además, la gente que trabaja de noche suele tender a comer alimentos menos saludables y con mayor carga glucémica, lo que empeora la situación”, explica Blázquez. La luz artificial, especialmente la emitida por dispositivos electrónicos, también contribuye a alterar el ritmo natural del cuerpo, confundiendo al cerebro y dificultando el descanso.
LA MEDICINA A LA HORA JUSTA
Una de las aplicaciones más prometedoras de la cronobiología es la cronoterapia: adaptar el momento del día en que se administran los tratamientos médicos para optimizar su eficacia y minimizar efectos secundarios. En centros pioneros como el Instituto Pasteur de París, ya se administra quimioterapia en horarios específicos, como a las cinco o seis de la tarde, para reducir las reacciones adversas.
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El Dr. Blázquez ha desarrollado una unidad que ajusta los tratamientos según los ritmos biológicos de cada paciente. “No hablamos de un futuro lejano, sino de un presente inmediato que revolucionará la práctica clínica”, afirma. Respecto a la hipertensión, Blázquez detalla que no todos los pacientes deben tomar la medicación a la misma hora. “Un paciente que tenga la tensión alta por la noche y no por la mañana podría beneficiarse más si toma la pastilla antes de dormir, para disminuir el riesgo cardiovascular”, explica.
La cronobiología nos invita a escuchar los relojes internos que marcan la vida en cada célula y órgano de nuestro cuerpo. Comprender estos ritmos es clave para prevenir enfermedades, mejorar tratamientos y, en definitiva, vivir mejor. Como concluye el Dr. Alfonso Blázquez: “Cada uno de nosotros tiene un reloj único; conocerlo es empezar a cuidarnos de verdad”.