Ya lo consumas crudo o cocinado, en infusiones, zumos, batidos o salsas, debes saber que el pepino no es una hortaliza, es una fruta. El pepino es rico en agua y por lo tanto una fuente de hidratación ideal y pertenece a la familia de sandías y calabazas.

Expertos de Nutritienda, explican que el pepino es una verdura que no contiene grasas y es muy bajo en calorías. De hecho, 100 gramos apenas aportan 13 kilocalorías. Es uno de los motivos por los que es tan famoso y se suele incluir en las dietas de pérdida de peso. Pero esos no son sus únicos beneficios.

Gracias a su alto aporte de vitaminas y minerales, el pepino es un ingrediente que es muy valorado en tratamientos cosméticos y en un fijo en muchas recetas gracias a su gran cantidad de vitamina C que actúa de forma antioxidante en la piel y que, además, contribuye al buen funcionamiento de los cartílagos y de los huesos.

En menor cantidad, el pepino aporta retinol,o lo que es lo mismo, vitamina A, que es la encargada de contribuir, entre otras funciones, a la formación de colágeno para mantener la piel hidratada y protegida frente a los agentes externos. Además, aporta pequeñas cantidades de folatos. También es necesario para la división celular en el organismo y para elaborar glóbulos rojos. Posee tiamina y niacina que ayudan a las células del organismo a convertir carbohidratos en energía. Si lo consumimos con su piel encontraremos pequeñas cantidades de b-caroteno, un compuesto que provoca una bonita pigmentación dorada en la piel. En cuanto a los minerales, el más abundante en él es el potasio, mineral que regula la presión arterial. En menor proporción se hallan el fósforo, magnesio y hierro.

Cerca del 96% del pepino es agua, lo que supone un gran aporte de hidratación y su consumo está recomendados para quienes les cueste tomar el mínimo diario de agua recomendado. También es un imprescindible para quienes tengan la piel seca o deshidratada, algo que en esta época del año produce el frío y la calefacción.

Si se combina con otras verduras, el pepino hace que el aporte de fibra al organismo sea considerable, mejorando el transito intestinal, facilitando las digestiones y aumentando la sensación de saciedad y por lo tanto reduciendo el apetito. Asimismo, es diurético y favorece la buena actividad de los riñones.

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Si hablamos de belleza, el alto contenido en agua del pepino ayuda a hidratar y desinflamar la zona de alrededor de los ojos. Es muy eficaz para reducir las ojeras y las bolsas. Es muy utilizado en mascarillas y productos antiacné, cosmética para pieles secas y deshidratadas así como en productos para el pelo seco y débil,

Te sorprenderá saber que el pepino es también un antiinflamatorio natural que tiene propiedades calmantes y regeneradoras sobre la piel cuando se usa a nivel tópico. Además, también contribuye a reducir las manchas y las cicatrices que dejan los granitos, así como al famoso truco de belleza de rebajar el color de las ojeras más oscuras.

Los alimentos que tienen propiedades antioxidantes, como es el caso del pepino gracias a la vitamina C anteriormente comentada, reducen los daños provocados por los radicales libres, unas moléculas que se generan de forma natural en el cuerpo y que son las causantes del envejecimiento celular. Así, los antioxidantes son esenciales en cualquier rutina de belleza ya que aportan luminosidad a nuestra piel y previenen su envejecimiento prematuro retrasando de este modo los signos de la edad.