Jaén celebra la fe inquebrantable de sus 124 nuevos beatos
La beatificación reconoce a quienes dieron su vida por la fe perdonando a sus verdugos y se convierte en el broche de oro al Año Jubilar de la Esperanza

Entrevista al delegado para la Causa de los Santos, Andrés Nájera.
Almería - Publicado el
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La iglesia diocesana de Jaén vive un momento de gozo inmenso con la beatificación de 124 mártires, un hecho que Andrés Nájera, delegado para la Causa de los Santos, describe como el reconocimiento de la fe, la esperanza y la caridad de quienes dieron su vida por Jesucristo y por amor al prójimo.
Un testimonio de fe y perdón
Según ha explicado Nájera en Fin de Semana COPE en Andalucía, un rasgo común a todos los beatos es una fe inquebrantable. Tuvieron la oportunidad de esconderse o de abjurar de su fe para salvarse, pero se negaron a abandonar sus parroquias o blasfemar. Otro elemento que destaca en todos ellos es el perdón a sus verdugos, ya que murieron perdonando a quienes les quitaban la vida.
La iglesia y el mundo lo que necesita es misericordia, es perdón, es reconciliación"
Delegado para la Causa de los Santos
Ejemplos de vida y caridad
El delegado para la Causa de los Santos ha querido subrayar que no solo su muerte fue un testimonio, sino que también vivieron amando a Dios y al prójimo. Las biografías revelan que "fueron gente de fe y de una caridad admirable", como el caso de un sacerdote que se cambió por un padre de familia o una viuda que dedicó sus bienes a un comedor para pobres.
Estas beatificaciones se unen a las de los siete mártires de Jaén que ya fueron reconocidos en Tarragona en 2013, en una causa encabezada por el obispo Manuel Basulto. La diócesis impulsó este nuevo proceso al constatar que había muchos más testimonios que merecían ser reconocidos.
Broche de oro al Año Jubilar
Esta ceremonia se considera el precioso broche final al Año Jubilar de la Esperanza que celebra la diócesis. El testimonio de los mártires es un mensaje para el mundo actual, pues como afirma Nájera, "la iglesia y el mundo lo que necesita es misericordia, es perdón, es reconciliación". Su ejemplo es una invitación a no andar "con tibieza" y a ser valientes, con la certeza de que "si ellos pudieron, también nosotros podemos".
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



