Con la Navidad a la vuelta de la esquina, las celebraciones de familiares, comidas de empresa o cena con los amigos se multiplican, y en muchos casos, apenas encontramos un hueco para disfrutar de un día de descanso tranquilamente en casa. En España, las festividades navideñas se extienden desde principios de diciembre hasta después del Día de Reyes en enero. Durante este tiempo, es común tener varias comidas o cenas. Este ajetreo puede tener un impacto significativo en nuestra dieta alimentaria y en nuestro estado físico, ya que los excesos pueden contribuir a desequilibrios nutricionales y afectar la salud cardiovascular.

Las comidas y cenas, que suelen ser más copiosas de lo habitual durante esta época del año, con un aporte extraordinario de calorías, además del consumo más elevado de alcohol y la degustación de la deliciosa repostería navideña, acabarán casi con toda seguridad provocando sensación de hinchazón, ardor de estómago, cansancio y, por supuesto, unos kilillos de más.

En este contexto, es fundamental encontrar un equilibrio entre disfrutar de las delicias culinarias propias de la época y cuidar de nuestra salud. Optar por porciones moderadas, incorporar opciones más ligeras en el menú y mantenerse hidratado son decisiones sabias. Además, no debemos subestimar la importancia de la actividad física para contrarrestar los efectos sedentarios de la temporada.

¿Conocías que, por lo general, se requieren aproximadamente 20 minutos para experimentar la sensación de saciedad después de comenzar a comer? Este periodo se debe a que el cuerpo necesita tiempo para procesar los alimentos recién ingeridos y liberar las hormonas que indican que ya estás satisfecho. Por lo tanto, te sugerimos que comas lentamente, bebas agua durante la comida para facilitar la digestión y te tomes el tiempo necesario para disfrutar plenamente de cada bocado. De esta forma, sin esfuerzo dejarás de comer cuando te sientas lleno y estarás más a gusto tras cada comida.

Consejos para unas navidades saludables

• Moderación: Disfruta de tus platos favoritos, pero en porciones moderadas. Esto permite saborear los alimentos sin excederse en las calorías
• Hidratación: Beber suficiente agua durante las celebraciones ayuda a mantener el equilibrio y contrarresta los efectos deshidratantes del alcohol
• Opciones saludables: Incluye opciones más ligeras, como ensaladas y frutas, para equilibrar el menú
• Actividad física: Mantenerse activo ayuda a contrarrestar los excesos y los efectos sedentarios y contribuye a la salud general
• Conciencia alimentaria: Escucha a tu cuerpo y reconoce las señales de saciedad. No te sientas obligado a comer en exceso solo porque es una celebración

A menudo, algunas personas consideran que omitir una comida antes de una cena abundante es una estrategia acertada, pero en realidad, no lo es. Este enfoque puede conducir a un consumo excesivo de alimentos cuando finalmente te sientes a la mesa, en lugar de permitirte sentirte satisfecho. Además, saltarse las comidas puede generar sensaciones de irritabilidad, fatiga, desánimo y dificultad para pensar con claridad. En cambio, se recomienda desayunar y almorzar de manera equilibrada, complementado con un tentempié ligero a mediodía si lo deseas. De esta manera, cuando llegue la cena, podrás disfrutar sin experimentar la sensación de estar hambriento.

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En Resumen. No es necesario restringirte excesivamente, después de todo, es Navidad, ¡y mereces darte un homenaje! La clave no reside en adoptar una mentalidad de "todo o nada", ya que, como bien sabes, el equilibrio es fundamental en una dieta saludable. Permítete disfrutar de los alimentos que realmente te gustan, manteniendo siempre un sentido de proporción adecuado.