Ávila y Baeza culminan este sábado su hermanamiento histórico
Los alcaldes Jesús Manuel Sánchez Cabrera y Pedro Cabrera volverán a encabezar un acto que reafirma los lazos culturales y socioeconómicos entre ambas ciudades

Ávila y Baeza culminan este sábado su hermanamiento histórico
Jaén - Publicado el
3 min lectura2:35 min escucha
Unidas por siglos de historia, por la huella de Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, por murallas, claustros y academias que formaron generaciones, Ávila y Baeza avanzan ahora unidas hacia el futuro. Este sábado, 29 de noviembre, ambas ciudades culminarán en Baeza el hermanamiento iniciado en Ávila el pasado 14 de octubre, un acuerdo que recupera la memoria compartida y la proyecta como motor cultural y socioeconómico para las dos localidades.
Un acto institucional con mirada histórica
Los alcaldes Jesús Manuel Sánchez Cabrera (Ávila) y Pedro Cabrera (Baeza) fueron los encargados de rubricar en Ávila el hermanamiento aprobado previamente por los plenos municipales, destacando sus “vínculos históricos, socioeconómicos y culturales”. La ceremonia incluyó la lectura del expediente elaborado por los cronistas Jesús María Sanchidrián y José Luis Chicharro, un documento que recoge la profundidad de los lazos que durante siglos han unido a ambas ciudades.
La jornada dejó también momentos simbólicos, como la firma del alcalde de Baeza en el Libro de Oro de la Ciudad de Ávila y el intercambio de obsequios entre ambas delegaciones. Tras la sesión en el salón de plenos abulense, los representantes baezanos participaron en un acto militar con motivo de los 150 años del traslado de la Academia de Administración Militar del Ejército a Ávila, efeméride que se conmemora en 2025.
Por la tarde, la delegación de Baeza asistió a la entrega del título de Hijo Adoptivo de la Ciudad de Ávila a las damas y caballeros alféreces cadetes del Cuerpo de Intendencia del Ejército de Tierra. También participaron en las vísperas y traslado de la imagen de Santa Teresa desde su basílica hasta la catedral, actos previos a la celebración principal de la santa abulense.
Vínculos que atraviesan los siglos
El expediente de hermanamiento detalla las numerosas conexiones que justifican esta alianza. Ávila y Baeza comparten el privilegio de ser ciudades Patrimonio Mundial por la Unesco y albergan dos centros de referencia nacional en formación de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad: la Escuela Nacional de Policía y la Academia de la Guardia Civil.
A ello se suman sus Semana Santa de gran relevancia —de Interés Turístico Internacional en Ávila y Nacional en Baeza—, así como su antigua tradición universitaria, ya presente en ambas localidades en el siglo XVI. La mística española también encuentra en estas dos ciudades un punto de unión gracias al legado de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, junto a otros personajes históricos como Juan de Henao, Sancho Dávila y Toledo o Luis Pacheco de Espinosa.
Baeza, escenario del cierre del hermanamiento
El próximo 29 de noviembre, la tierra en la que Machado convirtió en versos el paso del tiempo, el silencio de los claustros y la luz dorada de sus atardeceres, será la encargada de recibir a la delegación abulense para poner el broche final a este hermanamiento.
En las calles que aún guardan el eco de los pasos del poeta y en los mismos escenarios renacentistas que inspiraron su mirada, Ávila y Baeza sellarán definitivamente una unión que no nace ahora, sino que renueva siglos de memoria compartida.

Ávila y Baeza culminan este sábado su hermanamiento histórico
Será un acto en el que ambas ciudades, hermanadas por su historia, su patrimonio y su vocación cultural, celebrarán no solo un acuerdo institucional, sino un reencuentro con ese hilo común que las une desde el pasado y que ahora se proyecta hacia nuevos caminos de cooperación y futuro.
Y en esa Baeza de piedra cálida, de universidad centenaria y de plazas donde el tiempo parece detenerse, la presencia de Ávila resonará con naturalidad: dos ciudades que conocen el peso de la historia, el valor de la palabra y la fuerza de la tradición.
Allí, bajo la mirada serena de su arquitectura renacentista, se cerrará un ciclo que comenzó en las murallas abulenses y que ahora se completa en este escenario literario, monumental y profundamente simbólico.
Un cierre que, más que final, pretende ser el inicio de una nueva etapa de colaboración, cultura y encuentro entre ambas ciudades hermanas.



