La fiscalía pide 19 años de prisión para una pareja por delitos de agresión sexual a la hija menor de ella

La Audiencia de Granada juzgará este miércoles a un hombre y a una mujer para los que la Fiscalía pide 19 años de prisión, para cada uno, por delitos de agresión sexual continuada y violencia domestica contra la hija de ella cuando era menor de edad.

En su escrito de acusación provisional, al que ha tenido acceso EFE, el ministerio público solicita también para ambos la prohibición de comunicarse y aproximarse a menos de 500 metros a la víctima durante 34 años, así como una indemnicen de 60.000 euros por las lesiones psicológicas y daños morales causados.

Según el relato de la Fiscalía, los acusados convivían en Motril (Granada) junto a tres hijos de la mujer, entre ellos la victima, a la que, desde que tenía unos seis años, solían dirigirse de manera "despectiva, insultante y humillante", comportamiento que se tradujo también en constantes agresiones físicas.

Cuando la menor tenía 13 años, el acusado comenzó a agredirla sexualmente en el domicilio familiar sin que la madre, a la que la menor comunicó los hechos, lo impidiera, según la Fiscalía, que mantiene que las agresiones se repitieron semanalmente bajo la amenaza de matarla si comentaba los hechos.

En 2017, la chica, que entonces tenía 16 años, sospechó de que se había quedado embarazada del acusado, quien comenzó a golpearla fuertemente en el vientre -junto con la madre-, lo que previsiblemente provocó el parto, sin que la menor fuera llevada al médico pese a sufrir dolor abdominal y sangrado.

Desde entonces, la víctima, que ya estaba muy afectada psicológicamente, dejó de oponer resistencia a las violaciones y el acusado siguió agrediéndola sexualmente casi a diario hasta julio de 2022, cuando ella decidió abandonar el domicilio familiar.

Según la Fiscalía, la acusada, pese a tener conocimiento de las agresiones sexuales de su marido contra su hija y, "omitiendo su obligación de protegerla", permitió que cometiera los hechos y no hizo nada por protegerla.

Como consecuencia de las agresiones sexuales y del maltrato habitual de los que fue objeto, la víctima sufre merma significativa de su autoestima, sentimientos de rabia, frustración, tendencia a la impulsividad, bajo estado de ánimo y rasgos de personalidad desadaptativos. EFE