La localidad malagueña de Antequera acogió el Campeonato de España individual para las categorías alevín y juvenil. El evento contó con la participación de dos motrileños, el alevín Rafael Pedregosa, que milita en el Circulo Recreativo Motril, y su hermana Ana Pedregosa, que juega en División de Honor Nacional con el equipo mallorquín de Son Cladera.

Rafa, en una competición con 120 palistas en juego, por su ranking nacional pasó a jugar directamente en el cuadro final y así evitar la previa de grupos. En treintaidosavos venció con solvencia al madrileño Miguel Jiménez (3-1). En dieciseisavos, con más apuros de los previstos, ganó al valenciano Javier Sánchez (3-2). En cuartos se jugaba el pase a las medallas ante un jugador muy conocido, el malagueño Adrián Lerma, con él nunca había perdido. El partido fue cómodo, el motrileño se impuso por 3-1.

En semifinales se reeditó la final del Campeonato de España del año 2019 cuando se enfrentó al marbellí Cristian Sánchez. Esta temporada Pedregosa, en sus tres enfrentamientos frente a este gran jugador, no había perdido en ninguno. Tuvo que exprimirse al máximo y sacar su mejor tenis de mesa para conseguir el pase a la final superando al malagueño por 3-2.

En la final esperaba el gran favorito y actual número uno del ranking, el jugador de Sabadell, Luca Khidasheli. Rafael Pedregosa nunca había perdido frente a este jugador, pero venía mucho más rodado en esta difícil temporada, y estuvo más acertado en la gran final. El jugador catalán fue mejor en el último juego y al final superó al motrileño por 3-2.

Camino demoledor

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Su hermana Ana Pedregosa, con su equipo el Son Cladera de Mallorca, se proclamó campeona de España por equipos a la vez que subcampeona individual juvenil. La motrileña realizó su mejor temporada consolidándose entre las mejores jugadoras de España. Su camino hacia la final fue demoledor eliminando con mucha solvencia el resto de los equipos. En la gran final, con Ana como titular, superaron a Burgos por un cómodo 3-0.

En el torneo individual empezó en el cuadro final de treintaidosavos, y fue superando fases hasta plantarse en la gran final, frente a su compañera de equipo, la madrileña Ainhoa Cristóbal. Fue una final de infarto, con un juego muy agresivo y descarado por parte de las dos finalistas, que dieron un gran espectáculo. Ana tuvo hasta dos bolas de partido, pero dio opción de reacción a la madrileña y esta al final se recuperó y se impuso por un ajustado 4-3.