Se ha hecho muy popular en el flamenco la palabra de ascendencia lorquiana duende, pero a veces la calidad de un artista da un paso más allá. Podrá ser fruto de la técnica, de la calidad o de la inspiración. Tal vez sea en ese momento cuando entre los aficionados y el público, que en este caso son dos asuntos distintos, se desata lo que se llama la apoteosis. Kiki Morente y Juan HabichuelaNieto, consiguieron durante su actuación en el V Festival Internacional de la Guitarra de Granada, algo similar a lo que describimos.

Por lo general la reunión de un cantaor y un guitarrista, sitúa al primero por delante del segundo. En este caso la calidad de ambos se entiende pareja, enorme. Así la voz impresionante de Kiki Morente, brilla si cabe con más fuerza, y la guitarra, absolutamente magistral de Juan Habichuela Nieto, también asciende a los más alto. Y decir esto de dos jóvenes que probablemente todavía tengan que escribir las páginas más importantes de su carrera, hacen aventurar décadas por delante de lo mejor del arte del flamenco.

Como se había anunciado, el recital que ofrecieron en el Teatro Isabel la Católica, estuvo repleto de referencias a las dos sagas que representa ambos artistas. Desde el principio Kiki Morente uso los célebres giros morentianos, por otra parte ya extendidos a muchos otros cantaores de su generación. Lo hizo sin abusar, con gusto y mesura. El toque de Habichuela también llevaba el sello de la casa, con una técnica realmente conmovedora, que no se basa tan solo en lo mecánico y que usa de lo expresivo. A fin de cuentas, estamos hablado de arte.

Se escucharon momentos inolvidables, como aquellos se asentaron en las letras de San Juan de la Cruz y Miguel Hernández, o la dedicatoria de Habichuela a su mujer, recientemente madre. Hubo vibrantes tangos al cierre y sobre todo, un público cabal que supo reconocer a dos grandes artistas Es difícil una reunión más sobresaliente. Y eso hoy en día solo puede ofrecerlo el arte de Granada.