La Cruz alzada con su escolta de cera encabezó la comitiva que desde la Iglesia de Santo Domingo llegó al Convento de Santa Cruz, para celebrar allí la procesión claustral con la Copatrona que ha tenido lugar este 12 de octubre. A continuación se situó una representación de varias hermandades, delante de Santo Domingo, incorporado de forma extraordinaria al cortejo, al celebrarse este año el VIII Centenario de su fallecimiento. Después aparecían la representación de la Hermandad de las Angustias, los fieles y los directivos de la Archicofradía del Rosario que antecedían a la Virgen, ante la que se iban unos ciriales cedidos, como las andas que sirvieron para portar a la Nuestra Señora del Rosario, por la Cofradía de la Oración en el Huerto. Santo Domingo iba sobre otras andas, propiedad de la Archicofradía, que son las que utilizan en la procesión de la Candelaria.

El claustro del Convento dominico aparecía engalanado para la ocasión con banderas y un repostero. En el centro del recinto se había ubicado un quinteto de la Banda de los Ángeles, que interpretó el Himno Nacional a la llegada al claustro de las dos imágenes y también distintas composiciones, durante el recorrido por el recinto, en el que se rezó el Santo Rosario y se entonaron cantos religiosos.

Terminado el rezo de la piadosa oración, Santo Domingo volvió al crucero del templo, donde había estado expuesto a la Veneración durante toda la jornada y la Virgen, que también lo había acompañado en este día, avanzó por la nave central del templo con Cruz alzada y ciriales, hasta llegar a la puerta de la Iglesia, donde le esperaba la Banda de CC y TT de Jesús Despojado que había llegado desde la calle Carnicería y esperaba a la Copatrona, para hacer sonar el Himno Nacional. A continuación, se pudo escuchar la Salva Marinera a cargo del mencionado quinteto, siento cantada por muchos de los asistentes. Luego de la ejecución de distintas marchas, Nuestra Señora del Rosario volvió a su templo, escuchándose de nuevo el Himno Nacional.

Numerosos fieles han asistido este acto de piedad popular, donde la emoción se ha dejado notar en el rostro de muchos de los presentes.