La UCO participa en la primera base de datos que unifica los daños forestales en los bosques europeo
Están provocados por insectos y enfermedades, y se están incrementando en muchas partes del mundo

La UCO participa en la primera base de datos que unifica los daños forestales en los bosques europeo
Córdoba - Publicado el - Actualizado
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Investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO) han participado en la creación de la primera base de datos que armoniza el registro de las perturbaciones provocadas por insectos y enfermedades en bosques de ocho países europeos, combinando teledetección, imágenes satelitales y datos de campo, para recabar los daños forestales en los últimos 60 años.
Según ha informado la UCO en una nota, ello se hace necesario, pues "los daños forestales provocados por insectos y enfermedades se están incrementando en muchas partes del mundo debido a los cambios en el clima", dado que "la reducción de los mecanismos de defensa de las plantas inducida por el calentamiento global parece contribuir al aumento de la vulnerabilidad de los bosques, ante la incidencia de patógenos y enfermedades".
Estas perturbaciones "hacen peligrar muchos de los servicios que los bosques ofrecen para el bienestar planetario, como el secuestro de carbono, la regulación de los flujos de agua, la producción de madera o la conservación de la biodiversidad".
En consecuencia, "contar con el mapa completo y armonizado de cuáles han sido y cuáles están siendo estas perturbaciones en Europa se torna esencial para poder comprender y adelantarse a futuras incidencias, protegiendo así los bosques y estos servicios". Sin embargo, este registro europeo unificado no existía, hasta ahora, pues un equipo internacional coordinado por el Joint Research Centre (JRC) de la Comisión Europea, en el que han trabajado los investigadores del Departamento de Ingeniería Forestal de la UCO Rocío Hernández y José Luis Quero, han desarrollado una nueva base de datos espacialmente detallada sobre las perturbaciones provocadas por patógenos y enfermedades, denominada, en inglés, 'Database of European Forest Insect and Disease Disturbances-Defid2'.
A este respecto, la investigadora de la UCO Rocío Hernández ha explicado que trabajaron "durante meses en un comité de expertos en el que se exponían los diferentes sistemas de registro de estas perturbaciones que había en los distintos países o regiones, y se establecieron una serie de nexos de unión, dando lugar a esta base de datos común más simplificada, pero muy robusta, que minimizaba al máximo el tema de la subjetividad y que probamos con datos de los diferentes países".
Ello ha dado lugar al proceso de creación de este "idioma común para todas las casuísticas forestales que hay en Europa", como lo ha definido el investigador de la UCO José Luis Quero. Así, todos los países pueden traducir sus registros a este lenguaje común, que es 'Defid2', y ponerlos a disposición de toda la comunidad en esta herramienta abierta.
La base de datos cuenta con más de 650.000 registros georreferenciados armonizados, mapeados de insectos y enfermedades que ocurrieron entre 1963 y 2021 en los bosques europeos. Los registros abarcan actualmente ocho países diferentes y se adquirieron mediante diversos métodos como estudios terrestres o técnicas de detección remota.
Lo importante, según ha afirmado Quero, "es que este protocolo armonizado permite que cualquiera pueda alimentar la base de datos. De esta forma, podemos ir ampliando el número de áreas afectadas incluidas, para así aumentar la potencia de los modelos predictivos y poder reducir los niveles de incertidumbre".
Los registros en 'Defid2' se describen mediante un conjunto de atributos cualitativos, que incluyen la gravedad y los patrones de los daños, los patógenos, las especies de árboles hospedantes, los factores desencadenantes impulsados por el clima, las prácticas silvícolas y las eventuales intervenciones sanitarias. Además, "hay un componente muy interesante y es que es la primera base de datos que hace conexión con datos de teledetección", según ha resaltado Hernández.
De esta manera se unen el patrón espacial de los daños y el patrón temporal. La base se complementa con datos satelitales de las áreas forestales afectadas de series temporales de Landsat Normalized Burn Ratio, un índice muy sensible a cambios abruptos en la vegetación que permite, a través de imagen conocer el inicio, la duración y la magnitud de la perturbación.
Además de tener en cuenta los patrones espaciales y temporales, algo que facilita la teledetección con los datos del paso de satélites en diferentes épocas, hay un tercer nivel importante de información: la interacción entre factores. Como ha explicado Quero: "los daños de patógenos o enfermedades son un daño biótico (interno, de los organismos vivos), pero tienen una historia abiótica (factores externos)".
Es decir, se casa la información de los daños bióticos con eventos ambientales como son la sequía, el viento o incendios. Ambos factores pueden ser detectados por teledetección y se analiza la relación entre ambos, tanto pasada como futura, tratando de prever si ciertas condiciones ambientales pueden ser caldo de cultivo para una nueva enfermedad o desarrollo de patógenos.



