Las tres "D" que sirven para mitigar el temido síndrome posvacacional

1 de septiembre y, encima, lunes. Muchos cordobeses regresan hoy al trabajo y de su actitud dependerá en gran medida que ese retorno sea más o menos plácido (o más o menos doloroso). Así nos lo ha explicado la psicóloga Johana Alaminos, que opina que “lo que podemos hacer para minimizar el impacto al trabajo tras unas vacaciones prolongadas es prepararnos física y mentalmente”. Es decir, que “tres o cuatro días antes de volver tengamos un espacio de transición para adaptarnos y ajustar los horarios al horario laboral, tanto de descanso como de comidas. Eso nos va ayudar a empezar un poco a mitigar el síndrome posvacacional. También que nos organicemos y tengamos orden en las tareas y prioricemos las más importantes. Bueno, y aceptar que se nos han acabado las vacaciones. Y el primer día de trabajo, eso sí, hacer una llamada a tu pareja para motivarte, hacer pequeños ejercicios de mindfulness...”.

"la adaptación es mejor si el trabajo te gusta"

Porque sí, existe ese temido síndrome posvacacional según nos explica Alaminos: “la agenda en septiembre se suele llenar mucho, porque si sólo te permites disfrutar en tus vacaciones y no en tu día a día, el impacto es mayor. A diario, tenemos que usar la técnica de las tres “D”: descanso, desconexión y disfruytar. Treinta minutos disfrutando con algo que te gusta, treinta con algo que te haga desconectar y las horas de descanso... que son fundamentales”.

Aunque por encima de todo hay una clave: “La adaptación es más fácil cuando tu trabajo te gusta”. Pero, por desgracia, no todo el mundo puede elegir con lo que ganarse la vida.