Presentada la hoja de ruta para restaurar las cubiertas dañadas por el incendio en la Mezquita-Catedral de Córdoba
Uno de los objetivos fundamentales del proyecto es prevenir futuros riesgos de incendio

Cubierta
Córdoba - Publicado el
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La herida que dejó el fuego en la Mezquita-Catedral de Córdoba el pasado 8 de agosto comienza a cerrarse. El Cabildo Catedral ha presentado ante la Delegación Territorial de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía la primera fase del proyecto reformado para la restauración de las cubiertas dañadas por el incendio, un paso fundamental para recuperar una de las zonas más afectadas del monumento.
Esta primera fase se centrará en la restitución de las cubiertas de las capillas de San Nicolás de Bari, de la Anunciación, del Espíritu Santo y del vestíbulo de la puerta de San Nicolás, además de una pequeña parte de la capilla del Baptisterio. Se trata de un conjunto que ocupa 31 metros de largo por 6 de ancho, en la nave 1 del edificio, dentro de la ampliación de Almanzor, y que abarca un total de diez intercolumnios.
Desde el mismo día del incendio, el Cabildo activó trabajos de emergencia para asegurar la estructura y evitar riesgos mayores. En esas labores se desmontaron las partes más dañadas de las cubiertas, conservando únicamente la de la capilla del Espíritu Santo, que aunque resistió en pie, se vio parcialmente afectada y será igualmente sustituida.
El proyecto ahora presentado describe una intervención minuciosa, respetuosa con el sistema constructivo original y con un alto nivel de detalle técnico. Se retirarán las tejas y elementos de agarre afectados, así como todas las piezas de madera —tirantes, pares y puentes—, hasta dejar los muros completamente limpios y listos para recibir los nuevos apoyos. También se sustituirán las canales de plomo dañadas y se protegerán las cabezas de los muros, siguiendo la tradición constructiva del templo, que emplea este material para preservar la estructura frente a la humedad y los xilófagos.
Uno de los objetivos fundamentales del proyecto es prevenir futuros riesgos de incendio. Por ello, la gran novedad que introduce esta intervención es la compartimentación de los espacios bajo cubierta, instalando puertas cortafuegos en los accesos que los comunican. De esta manera, se busca ralentizar la propagación de las llamas en caso de un siniestro similar. Además, se prolongará el tabique que separa el vestíbulo de la puerta de San Nicolás de la capilla de la Anunciación, creando espacios independientes, aunque accesibles para labores de mantenimiento.
La nueva cubierta de teja será una réplica exacta de la existente antes del fuego. Las dimensiones de las piezas de madera se han rediseñado para cumplir la normativa actual de protección contra incendios, y se colocarán las cerchas más próximas entre sí, reforzando la estabilidad de la estructura. El fuego demostró que las partes más vulnerables fueron las tablas, por lo que esta solución busca evitar derrumbes ante eventuales emergencias.
Especial atención merece la intervención en la capilla del Espíritu Santo, una de las más afectadas. Aunque su estructura no llegó a colapsar, las altas temperaturas deterioraron la madera, que deberá ser sustituida por completo. Tras el desmontaje, se comprobará el estado de la fábrica para determinar si el agua utilizada durante la extinción provocó daños adicionales. Si así fuera, se procederá a su reparación antes de reconstruir la cubierta.
El proyecto contempla también la reposición de los cerramientos provisionales instalados tras el incendio. En lugar de los actuales tabiques de ladrillo, se devolverán las ventanas de vidrio emplomado originales, similares a las que se conservan en la fachada meridional. El acabado final incluirá mortero de cal y pintura al temple, respetando la estética y los materiales tradicionales del monumento.
El Cabildo ha querido dejar claro que la restauración no alterará ni el sistema ni la geometría de las cubiertas. Se mantendrá la pendiente original de los paños, la altura de las cumbreras y la volumetría característica de esta zona de la Mezquita-Catedral. “La conservación del sistema tradicional es esencial para entender la evolución del edificio”, señalan los técnicos responsables, que subrayan la importancia de preservar los valores históricos y constructivos de este espacio.
Las capillas afectadas —San Nicolás, la Anunciación, el Espíritu Santo y el Baptisterio— fueron restauradas entre 2018 y 2021 por los arquitectos Gabriel Ruiz, Gabriel Rebollo y Sebastián Herrero. Su origen se remonta al siglo XIII, cuando comenzaron a edificarse junto al muro oriental del templo, un proceso que se prolongó hasta el siglo XVII. Sus fundadores fueron, en su mayoría, deanes, canónigos y racioneros de la Catedral, y cada una conserva una identidad artística e histórica singular dentro del conjunto monumental.
El proyecto de restauración, redactado por el equipo técnico del Cabildo, será ahora evaluado por la Delegación Territorial de Cultura de la Junta de Andalucía, que deberá emitir la autorización para el inicio de las obras. La institución capitular asumirá íntegramente los costes, reafirmando su compromiso con la conservación del monumento.
Desde el Cabildo, se insiste en que la intervención no solo busca restituir lo perdido, sino reforzar la seguridad y durabilidad de las cubiertas, garantizando la protección del edificio frente a incendios y deterioros futuros.