El próximo 25 de noviembre comienza la Gran Recogida del Banco de Alimentos, la campaña más importante del año. El año pasado, año post pandémico, las donaciones bajaron en un 40%. De momento, el Banco de Alimentos está en busca de nuevos voluntarios que hagan frente a esta campaña en la que vuelven las donaciones físicas. Esta mañana, en COPE nos hemos ido hasta el centro logístico del Banco de Alimentos en Córdoba para conocer de primera mano el engranaje de esta institucion de voluntarios.

Se necesitan 2000 voluntarios y, de momento, hay 1300. El coordinador de voluntarios, Antonio Romero, ha explicado a COPE que "los días previos son los más complicados, sobre todo de cara al viernes de recogida, porque hay que encajar y organizar a todos los voluntarios en horarios laborales". Además, explica que la pandemia ha hecho mella en el tipo de voluntariado que se hace en el Banco de Alimentos: "Antes de la pandemia, solian ser mayoritariamente gente mayor que ponía su granito de arena y nos ayudaban mucho. Cuando llegó el covid, las donaciones pasaron a ser exclusivamente de dinero y perdimos ese factor en especie. Ahora estamos buscando a gente joven que se involucre, pero cualquier perfil nos es válido. Solo se necesita gente dispuesta a ayudar y dar una parte de su tiempo por esta causa".

El papel de la inflación

La recogida de alimentos tiene esta año una dificultad añadida y es la subida del coste de la vida. "La situación es complicada. Tenemos que atender a 30.000 personas en Córdoba a través de las organizaciones a las que damos estos alimentos y este dinero que recaudamos y la subida de los precios esperemos que no merme la recogida", asegura Juan José Cas, vocal de captación.

Al Banco de Alimentos también se están acercando varios colegios a los que se les explica cómo funciona el día a día. El Instituto López Neira es uno de ellos: "En clase hablamos de la inflación cada día, saben de lo que hablamos. Es cierto que los alumnos nos cuentan que en casa también oyen hablar de ello, pero esperemos que las familias respondan a la recogida porque este año es muy necesaria. Traer aquí a los alumnos es otra forma de explicarles que existen muchos tipos de economía, esta es más social", asegura Maricarmen Fuentes, profesora de Economía. "Otros años han sido realmente duros, lo recuerdo a la perfección. En 2008 las familias dejaron de donar alimentos, se notó la cáida y fue dura", sentencia.

En cuanto a la logística, la subida del precio del carburante también ha sido un hándicap para el Banco de Alimentos, "pero podemos darnos con un canto en los dientes porque hemos seguido trabajando al mismo nivel, aunque pagando religiosamente esa subida del carburante, claro", explica Antonio Gavilán, jefe de logística.

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Los alimentos se podrán dejar en supermercados o hacer donaciones en dinero. Lo más falta hace: aceite, alimentos infantiles y leche. No obstante, las donaciones en dinero, aseguran, son mejores porque permiten adaptarlas a las necesidades específicas y evitan el largo proceso posterior de etiquetado y organizacion de los alimentos.