Con la llegada del verano, también comienzan los episodios de altas temperaturas que suelen tener efectos negativos en nuestra salud. Y es que cuando el calor aprieta es difícil afrontar el día porque por las noches no descansamos bien y durante el día el cansancio hace estragos en nuestro organismo, unido con la tensión arterial, que en verano suele estar más baja.

Una de las patologías propias de las altas temperaturas son los golpes de calor y por eso, desde el servicio de Urgencias del Hospital Universtario Reina Sofía, la doctora Mónica Núnez, no ha dado algunas claves para sobrellevar el calor y cómo prevenir esta patología. "Es fundamental estar hidratados, beber mucha agua, y evitar hacer esfuerzo físico y practicar actividades deportivas en las horas centrales del día". Por ello, es muy importante adoptar algunas medidas de prevención para evitar males mayores, como un golpe de calor.

GOLPE DE CALOR

Se trata de un trastorno ocasionado por el exceso de calor en el cuerpo, generalmente como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas o del esfuerzo físico en altas temperaturas. Los síntomas son sensación de debilidad, dolor de cabeza y mareos, que incluso puede llegar a perder la conciencia.

Si crees que estás sufriendo un golpe de calor debes seguir estas pautas:

• Busca sombra
• Quítate la ropa y refresca de manera progresiva la piel. Lo puedes hacer con toallitas sobre todo en zonas piegue como en corvas de rodillas o cuello. También en las muñeas y frente.
• Llama urgentemente a urgencias

Además, la doctora Nuñez ha señalado que otros de los motivos por los que solemos acudir a Urgencias durante el verano son las gastroenteritis, cólicos nefríticos debidos a la falta de hidratación o picaduras de insectos.

CLAVES PARA COMBATIR EL CALOR

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1. Bebes y niños pequeños, junto a las personas mayores y enfermos crónicos requieran especial atención en estos días cuando el calor aprieto.
2. La hidratación es fundamental. Bebe agua y líquidos a menudo. No abuses de las bebidas con cafeína, ni de los refrescos azucarados. Evita el alcohol, que favorece la deshidratación.
3. Aliméntate de manera adecuada, y eso pasa por comer en su justa medida y elegir platos ligeros. Entre la dieta es bueno ensaladas, fruta o sopas frías.
4. Busca lugares frescos, climatizados y evita en la medida de lo posible exponerte a los rigores del calor.
5. Cuidado con el sol. Evita las horas donde los rayos del sol inciden de manera directa y aplica crema solar con protección alta. Sea en el parque, piscina o playa, la sombrilla no evita que la radiación ultravioleta no traspase. Por lo que su sombra no te pondrá a salvo.
6. Ropa. Lo mejor es usar ropa ligera, holgada, de tejidos transpiralbes. El calzado debe ser cómo y que dejen transpirar.
7. Deporte. Evita la práctica deportiva en las horas centrales del día, sobre todo aquellas al aire libre. Mejor a primerísima hora del día, o ya entrada la tarde noche.
8. Ropa. Lo mejor es usar ropa ligera, holgada, de tejidos transpiralbes. El calzado debe ser cómo y que dejen transpirar.
9. En el coche. Si al llegar al coche lleva un buen rato al sol, arráncalo, enciende el aire, baja ventanillas y abre la puerta trasera del maletero. Esto hará que la temperatura descienda bastantes grados antes de montarnte en él. Una vez puesto en marcha, ten una temperatura adecuada, sin que el habitáculo llegue a una temperatura muy baja.
10. Botiquín. Al igual que el vino, las medicinas siempre en un lugar fresco.
11. Si te notas algún síntoma como piel enrojecida, sequedad, pulso débil o acelerado, malestar general, dolor de cabeza, confusión... solicita asistencia médica lo antes posible.

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