Cáritas lanza un SOS en Navidad para recaudar 250.000 euros y atender la emergencia social en Córdoba
La organización alerta de que uno de cada cuatro hogares sufre una emergencia de vivienda y que tener empleo ya no garantiza la estabilidad

Caritas y su campaña de Navidad
Córdoba - Publicado el
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Cáritas Diocesana de Córdoba ha lanzado su tradicional campaña de Navidad con un objetivo claro y urgente: recaudar 250.000 euros para sostener su actividad y responder a una situación de emergencia social cada vez más acuciante. La cifra, que la propia organización califica como una estimación de mínimos, busca cubrir las necesidades básicas de miles de personas y familias vulnerables durante todo el año. El secretario general de Cáritas Córdoba, Jesús Jurado, ha puesto sobre la mesa una realidad impactante basada en el reciente informe FOESSA: "uno de cada cuatro hogares vive una emergencia real en materia de vivienda".

Jesús Jurado, secretario general de Cáritas, y Jesús Fernández, obispo de Córdoba
Esta cruda estadística se materializa en las oficinas de la organización, donde las trabajadoras sociales se enfrentan a diario a decisiones dramáticas. "Llegan personas y no podemos atender a todas", lamenta Jurado, quien explica que la demanda de ayudas para vivienda, suministros y alimentación es constante y creciente. La situación es tan crítica que la lista de espera de personas sin hogar que solicitan un techo supera ya las "150 personas que nos demandan un lugar donde poder alojarse y cobijarse". Es el rostro visible de los "nuevos bancos de pobreza" que, como señala el delegado de Cáritas, Antonio Reyes, se están creando en la capital y los pueblos de Córdoba.
Llegan personas y no podemos atender a todas"
Delegado de Cáritas Córdoba
Un empleo ya no es garantía
El informe también subraya una de las realidades más preocupantes del panorama social actual: tener un empleo ya no garantiza la estabilidad. Jesús Jurado apunta a factores determinantes como "el alto coste del alquiler" y una cesta de la compra que "ha subido una barbaridad" frente a los salarios. Esta combinación provoca que un padre de familia con un salario mínimo no pueda subsistir. La encrucijada es constante y dolorosa para muchos: "si pagan el alquiler, no tienen para la alimentación o lo que gastan en alimentación luego no lo tienen para vivienda", describe el secretario general.
Para hacer frente a este contexto, la campaña de Navidad de Cáritas se despliega en varias acciones. Antonio Reyes, delegado diocesano, explica que el objetivo es "centrar la mirada en las personas más necesitadas". Para ello, se ha puesto en marcha una plataforma digital de donación a través de la web caritascordoba.es. Además, el 19 de diciembre se celebrará una colecta especial en el Bulevar del Gran Capitán, una acción solidaria en plena víspera navideña para recordar que la solidaridad es más necesaria que nunca en un tiempo a menudo marcado por "la vorágine de insensibilidad y el consumismo".
La soledad, la otra pobreza
Más allá de la emergencia material, Cáritas también pone el foco en una pobreza más silenciosa pero igualmente devastadora: la soledad. El obispo de Córdoba, don Jesús Fernández, ha señalado que es un fenómeno visible para cualquiera que observe con atención. "Solo pasear por las calles ya se ve, hay muchísima gente que camina sola, que habla sola, que piensa sola y vive sola", afirma. Frente a ello, la Iglesia ofrece "experiencias comunitarias" a través de la fe, las celebraciones y campañas como esta, que invitan a "echar una mano a los que necesitan" e incorporarlos a nuestra historia.

Jesús Fernández, obispo de Córdoba
El obispo ha destacado también la "labor espléndida" que realizan los visitadores de enfermos coordinados por la Pastoral de la Salud o las personas que llevan la comunión, iniciativas que nacen en las parroquias para acompañar a los feligreses. Por ello, anima a realizar gestos sencillos que pueden ser un signo de esperanza, como "aportar un donativo" o, más sencillo aún, "una oración al niño que se hace pobre y frágil, pidiendo por todos los que están solos y necesitados de nuestro mundo".
Animo a aportar un donativo o una oración al niño que se hace pobre y frágil, pidiendo por todos los que están solos"
Obispo de Córdoba
El motor que impulsa toda esta acción es un ejército de voluntarios que, como Luisa Bustos, entregan su tiempo a los demás. Voluntaria en la Casa Hogar San Pablo, su historia es un testimonio de superación. A pesar de ser diagnosticada con una enfermedad degenerativa que le imponía limitaciones físicas, buscó una forma de ayudar. Cuando don Antonio Reyes le propuso montar un grupo de voluntarias, no lo dudó. Para ella, su labor en la residencia es una "escuela de humanidad".

Luisa Bustos, voluntaria en la Casa San Pablo
Luisa desmonta la idea de que ser voluntario es una pérdida de tiempo. "Recibes mucho más", asegura por experiencia propia. "El voluntariado no es tiempo que se pierde, es tiempo que se multiplica, y te abre el corazón y te hace ser mejor persona". Ese "ensanchamiento" del corazón, como ella lo llama, es el principal retorno que obtiene de su dedicación. Una dedicación que se traduce en momentos que marcan una vida.
El voluntariado no es tiempo que se pierde, es tiempo que se multiplica"
Voluntaria en el Hogar Residencia San Pablo
Recuerda con especial cariño a Emiliano, un residente de 80 años, hijo único y sin familia, que murió de cáncer. Era un hombre "poco hablador" que rehuía el contacto. Un día, Luisa subió a su habitación y, tras una hora de conversación, rompió su silencio. El vínculo se fortaleció cuando Emiliano fue ingresado en el hospital. "Allí estaba solito", cuenta. El primer día que fue a verlo, la recibió con "una sonrisa de oreja a oreja". Una enfermera, sorprendida, le comentó al residente: "Emiliano, no te hemos oído la voz en dos días que llevas aquí y mira ahora cómo habla". Para Luisa, ese momento lo significó todo: "A mí eso me llenó el corazón, porque dije, el ratito que yo estoy aquí con él, por lo menos, lo he hecho feliz".
La historia de Emiliano es solo un ejemplo de la labor que realiza Cáritas gracias a sus donantes y voluntarios. Las cifras a 31 de noviembre reflejan una parte de este esfuerzo: 748 personas atendidas en programas de empleo y 606 en situación de sinhogarismo. Son datos que evidencian una necesidad real y constante, a la que la organización intenta dar respuesta cada día.



