La Asociación de Empresarios de Hospedaje lamenta la mala gestión de la Noche Blanca y Riomundi

El presidente de la Asociación de Empresarios de Hospedaje de Córdoba (Aehcor), Alejandro Navarro, ha criticado la gestión que han hecho, tanto el Instituto Municipal de Turismo (Imtur) del Festival de las Experiencias Ríomundi, como la Delegación de Cultura del concierto de la cantante Rosalía en La Noche Blanca del Flamenco.

Para Navarro, ambos eventos culturales, que tienen un potencial turístico tremendo, han acabado siendo una oportunidad perdida para el sector debido a una gestión nefasta a nivel comunicativo y promocional. El resultado de esta gestión es que, ni durante el fin de semana pasado –cuando se celebró Ríomundi- la ocupación en hoteles, apartamentos y viviendas con fines turísticos fue remarcable, ni las previsiones hoteleras para este fin de semana, cuando llega a Córdoba un fenómeno mundial, son esperanzadoras.

Más bien al contrario. Los precios están totalmente estancados y las reservas hoteleras van a un ritmo muy lento, lastradas por la imposibilidad para los visitantes de adquirir una invitación para ver el concierto de la cantante. Según Navarro, las llamadas para preguntar por este concierto se han sucedido, si bien las reservas no se han efectuado –y muchas se han caído- tras conocer la política de admisión del Ayuntamiento. Con respecto a Ríomundi, desde Aehcor lamentan que una actividad impulsada desde el máximo organismo del turismo local apenas haya tenido eco más allá de la capital.

Navarro reconoce que la idea de Ríomundi es buena, pero echa en falta que no se haya promocionado de ninguna manera como un evento turístico y, especialmente, que se haya gestionado de espaldas al sector. El resultado fue que el fin de semana pasado la ocupación fue la habitual para junio. “Estamos ante otra oportunidad que se esfuma y el resultado es que la ocupación en este mes de junio está siendo lamentable respecto a ejercicios anteriores”, señala.

Navarro ha pedido un cambio de modelo en el que todos los eventos culturales de la ciudad se integren en un contexto turístico; en el que exista una planificación pública de eventos que no sea cortoplacista; y que no concentre tantos recursos públicos en un solo evento y pueda poner en riesgo el resto de la programación cultural.