• Martes, 30 de abril 2024
  • ABC

COPE

Un año sin agua: la difícil realidad del día a día en el norte de la provincia Córdoba

Belén, con dos hijos de 8 y 5 años, y María de 67 años, nos han contado qué ha supuesto un año entero sin agua potable en sus grifos

Audio

Hablamos con Belén Escribano y María Gavilán

Fran Durán
@franj_duran

Redacción COPE Córdoba

Laura García
Redacción COPE Córdoba

Córdoba

Tiempo de lectura: 3'Actualizado 18:51

Durante el último año, el norte de la provincia de Córdoba se ha enfrentado a una crisis sin precedentes: la falta de acceso al agua potable. Meses antes del 17 de abril de 2023, el pantano de Sierra Boyera, que abastece de agua al Alto Guadiato y el Valle de Los Pedroches, se secó. Se puso en marcha un plan alternativo que implicaba usar el agua de otro pantano, el de La Colada, pero el espejismo duró solo semanas porque la Junta de Andalucía detectó niveles de contaminación por encima de lo permitido por Salud en esa agua. Un año de agua turbia, de mal olor, con la que no se ha podido beber ni cocinar. 365 días en los que la Diputación de Córdoba ha tenido que llevar camiones cisterna diarios a todos los pueblos para que losmás de 80.000 vecinos llenaran sus garrafas.

En medio de esta difícil situación, dos mujeres, Belén y María, han experimentado de primera mano las duras consecuencias de vivir sin un recurso tan básico para la vida.

Belén Escribano, una madre con dos hijos pequeños, de 8 y 5 años, respectivamente. Viven en la localidad de Pozoblanco, donde la escasez de agua potable ha sido una lucha constante, al igual que en el resto de los municipios afectados. Los primeros días fueron caóticos para ella y su familia. "Pasaba horas llenando garrafas, asegurándome de que los niños no bebieran agua del grifo contaminada", nos cuenta. Además, se enfrentaba al desafío de las duchas, ya que el agua salía con un desagradable olor y color. "Mis niños se negaban a ducharse al ver el agua con aspecto de chocolate", ha compartido Belén. Esta situación también ha tenido un impacto en la piel, que ahora se encuentra más reseca, obligándola a recurrir a cremas hidratantes para evitar problemas dermatológicos.

Por otro lado, María Gavilán, una mujer de 67 años que vive sola en su piso, y que se ha enfrentado a dificultades adicionales, como la edad y unas escaleras. Para ella, bajar y subir escalones cada vez que tiene que ir a llenar las garrafas, es una verdadera odisea. Los meses de calor han sido especialmente difíciles, ya que debe descender con su carrito de la compra para llenar unas cuatro garrafas y luego llevarlas de vuelta a su piso.

Esta tarea le trae recuerdos de su infancia, cuando los habitantes de Espiel tenían que ir a por agua con sus cántaras, con la diferencia que ahora, décadas después, lo tienen que hacer con garrafas de plástico. "Nunca imaginé que a mis 67 años volvería a vivir algo así", ha expresado María.

La falta de acceso al agua potable en sus hogares ha supuesto una situación de desesperación para ambas mujeres, al igual que al resto de los 80.000 habitantes afectados, luchando día a día por satisfacer una necesidad básica para la supervivencia. Su historia no es única, porque numerosas familias se han visto afectadas por esta crisis del agua, que ha puesto de relieve la fragilidad de las infraestructuras hídricas y la urgente necesidad de soluciones a largo plazo.

Las instituciones, en busca de una solución que ya es inminente gracias a la lluvia

Las autoridades provinciales y autonómicas están trabajando en ello para abordar este problema, incluyendo la inversión en infraestructuras de suministro y tratamiento de agua. La sequía ha sido el determinante principal, pero también la falta de previsión de los gobiernos que han regido la Junta y el Gobierno Central desde hace más de diez años. Esta sequía, cíclica, ya había amenazado antes con generar una crisis de agua potable. No se hizo nada. Y se ha tenido que hacer ahora a marchas forzadas. La buena noticia es que faltan escasos días para que el agua potable vuelva a los grifos.

Emproacsa, empresa a cargo de la Diputación, hace días que está llevando a cabo analíticas regulares del agua, cada 24 horas, para ver los niveles contaminación biológica y química. Tiene que dar negativo en esos parámetros durante tres días seguidos. Y que las tuberías de toda la red de abastecimiento estén limpias. Eso se está haciendo con el propio agua natural que corre ahora. La Junta recibe esos análisis, y vigila. La Junta será la que dé el visto bueno cuando el agua esté lista para su consumo humano.

A medida que la crisis del agua en el norte de Córdoba continúa, la historia de Belén y María sirve como un recordatorio vivido de las profundas repercusiones que tiene la falta de acceso a este recurso básico. Las últimas lluvias han servido para aliviar la extrema situación de los embalses, y mientras tanto debemos ser consciente que son ciclos, y por lo tanto, podemos volver a vivir una situación parecida o aún mucho peor.


Etiquetas

Radio en directo COPE
  • item no encontrado

En directo 2

Directo El Partidazo de COPE

El Partidazo de COPE

Con Juanma Castaño

Escuchar