Ángel Luis Perea es el portavoz de prisiones de CSIF Cádiz habla de los contagiados por COVID en las prisiones de El Puerto de Santa María y Botafuegos en Algeciras.

Según indica Perea, Secretaría General del Instituciones Penitenciarias ha ido abriendo un poco más a la ligera el filtro de las comunicaciones de lo que desde los sindicatos concretamente CSIF ha ido solicitando. La situación está contenida y los reclusos que han dado positivo están con sintomatología leve o asintomáticos, no hay ninguna derivación al hospital y ningún funcionario contagiado.

Prácticamente el 98 % de la población reclusa está vacunada en el mes de mayo con la vacuna Jensen de la mono dosis, lo que ha servido de freno para contener un brote, pero evidentemente el contagio a pesar de estar con la vacuna se ha dado, “hay intranquilidad ya que evidentemente es una enfermedad nueva que no se puede llegar a controlar en cuanto al contagio masivo y estamos en un medio cerrado donde es muy difícil que acaten las normas, muy difícil guardar la distancia de seguridad porque además tampoco hay mucha distancia en un módulo con 100 a 120 internos en alguno de ellos lo que sí procuramos evidentemente es que en todo momento guarden la distancia que mantengan la mascarilla, evitar el contacto entre los módulos”

CSIF ha pedido a la Secretaría General a través del Comité de Salud laboral de la provincia de Cádiz y a través del sindicato CSIF a nivel nacional que cuando se restablezcan a partir del 7 de agosto la viabilidad de las comunicaciones, que se filtren las comunicaciones con un pasaporte COVID, “sería lo más adecuado ahora mismo debido a la situación que tenemos en el escenario nacional con un medio cerrado como es la prisión, entendemos que debe ser así, que cualquier persona que venga del exterior esté totalmente vacunada, que pase su certificado o bien el propio interno como se ha establecido anteriormente o cuando venía de permiso guardaba la cuarentena de 10 días en su celda de manera solidaria”.

Piden establecer una fórmula para impedir que entre el virus dentro de la prisión como ha pasado o bien con certificado Covid o a través de un aislamiento sanitario prudencial para los propios internos.

Perea dice que “con esta situación anómala se genera cierta intranquilidad y desde la Secretaría General se hace un poco caso o caso omiso, como generalmente a todo nuestro sector en cuanto a otras situaciones como la condición de agente de la autoridad, una normativa adecuada a la realidad que tenemos ahora mismo con las bandas armadas, y en el caso de la medida de prevención también estamos solicitando desde primer momento un poquito más de restricción, un poquito más de control férreo”, e insiste en que “hay que proteger tanto al personal funcionario, personal laboral que trabaja en la prisión y guardar la vida precisamente, que es nuestro cometido, de los propios internos.”