"El Sábado Santo es memoria silenciosa de la Pasión y Muerte del Señor", dice este fin de semana monseñor José Rico Pavés en su reflexión semanal. La emitimos en los primeros momentos de nuestra transmisión en 'Carrera Oficial' de la recuperación, más jubilosa que acallada, del Sábado Santo procesional por él mismo decretada en la confianza que ello impulsara la participación de los fieles en la Vigilia Pascual.

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Y Jerez de la Frontera celebra este Domingo de Resurrección con el ánimo dispuesto y, sin quedarse en el crucificado de las Almas o el Señor de la Mortaja o las propuestas de la Piedad en el Triunfo de la Cruz sobre la muerte, el Yacente del Santo Entierro y el Duelo bajo palio, congratulándose en la Pascua de la vida ya anticipada en un Sábado Santo histórico.

Escucha aquí nuestra transmisión y disfruta también de las celebraciones pascuales en la Santa Iglesia Catedral del Salvador presididos por el obispo diocesano de Asidonia-Jerez. Su presencia en el Palquillo de inicio de la Carrera Oficial recibiendo a las tres cofradías que completaban el Sábado Santo de reestreno era signo de su bendición a una jornada con frutos evidentes.

Pocos dudaban que las tres procesiones previstas en esta recuperación, tras no saberse nada de estas presencias en las calles tal día desde 1984, iba a ser todo un éxito. Otra cosa es que el público, cuatro décadas acostumbrados a ir el Sábado Santo a Sevilla o a la playa son demasiadas, llenase los palcos a nivel similar que lo había hecho cada una de las jornadas anteriores.

Y lo cierto es que los 26º que había a las seis de la tarde en Aladro, con la propuesta de la Hermandad Sacramental de Santiago en torno a su Cristo de las Almas ya en Mamelón y casi todos los palcos vacíos no ayudaban a creer. Pero todo era un espejismo y, con el diputado de cruz de guía inclinándose ante el obispo en Palquillo, ya se llenaban en tiempo record.

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Con ojos llenos de curiosidad, el público descubría la singularidad de este cortejo sin túnicas nazarenas, ellos con chaqué (casi todos) y ellas con mantilla (casi todas) así como las trazas de este crucificado de las Almas que ya se conocía en las calles desde hacía unos años en ejercicio del Víacrucis cada Cuaresma. Por detrás, con repertorio cuidado, las cornetas y tambores roteñas de Zoilo Ruiz-Mateos.

La Sagrada Mortaja llenó Carrera Oficial de sus elegantes hábitos penitenciales negros orlados con galones dorados, con los baberos del antifaz hasta la rodilla y los cinturones de esparto teñidos de negro así como por la excelente escena de Cristo desparrándose entre los brazos de José de Arimatea, NIcodemo y San Juan con la Virgen dolorida por delante con las 'marías'. Exquisita música de 'Sonos Ángeli'.

El paso no entraba en la Catedral pero ello no obstó que estos cofrades de Capuchinos realizaran su primera estación de penitencia en el primer templo diocesano. La noche estaba preciosa y la satisfacción ya era notoria y generalizada por un Sábado Santo que, lejos de la languidez que en 1984 suprimió la jornada procesional, se mostraba llena de vida.

La tercera, la Hermandad de la Piedad, era nudo gordiano y esencia de un día del que era la única heredera. Y asumió su papel de liderazgo poniendo en la calle la procesión oficial que se esperaba: la presentación del Triunfo de la Cruz sobre la muerte mereció palabras mayores que la que la popularizó, la estampa de la Urna tras los 18 ciriales llenó de solemnidad y el Duelo de la Piedad fue sencillamente excelso.

Todo lo que estaba en manos de los cofrades del Calvario estuvo a la altura. Pero es que, además, las cofradías con sus representaciones (sólo una se ausentó y solo algunas lo hicieron sin la túnica) respondió a la llamada que, por carta, realizó al final de la Cuaresma monseñor José Rico Pavés. El propio pastor marchaba en una presidencia junto el hermano mayor y el deán de la Catedral.

Y el Consejo Local de la Unión de Hermandades y la alcaldesa Mamen Sánchez y sus compañeros del Gobierno local y los concejales de dos de los grupos de la oposición (PP y C's) y las representaciones de la Justicia y los de la Academia de San Dionisio y... Casi todo confirmaba que la recuperación de la jornada procesional del Sábado Santo era un éxito. La participación posterior en la Vigilia Pascual lo corroboraría.

El Domingo de Resurrección ha llegado con ese recuerdo, con la celebración solemne en la Santa Iglesia Catedral del Salvador presidida por monseñor José Rico Pavés y la posterior procesión de Cristo Resucitado que, durante unas cuatro horas, realizó su recorrido por el centro de Jerez. Quizá ahí el próximo hito a proponerse una vez recuperado con ese tono el Sábado Santo procesional.

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