Desde el mes de abril estamos trabajando en la temporada que viene ahora para que el proyecto que es tan ilusionante para el club y la ciudad llegue a buen puerto. Lo que queremos es poder entrenar bien y tener las instalaciones porque la plantilla la tenemos conformada ya", asegura Isorna.

El Ayuntamiento de Cádiz ha dado el visto bueno al protoclo anti-covid. "Hemos trabajado en un protocolo importante de cara a poder entrenar y jugar en la instalaciones municipales. Más allá de eso hay un tema complicado porque nos encontramos con la normativa de la Junta de Andalucía, la Federación Española y el Consejo Superior de Deportes. Tenemos que atender todos esos protocolos".

No obstante, el presidente destaca que a día de hoy es imposible asumir lo que pide el CSD. "Nos exigen un test PCR a cada jugador 72 horas antes de cada partido. Cada test tiene un coste de 150 euros por jugador y partido. Lo hemos presupuesto y nos sale en torno a 50.000 euros para toda la temporada lo que supone el 100% de nuestro presupuesto. Es imposible de llevar a cabo".

Con todo, el presidente del Virgili espera que el CSD dé marcha atrás. "La Federación ha puesto el grito en el cielo pidíendole al Gobierno que se encargue de los test".

Un proyecto con la marca pero sin las equipaciones del Cádiz CF

Con la plantilla hecha, el Virgili seguirá llevando el escudo y el nombre del Cádiz CF, aunque no parece que la ayuda del club cadista haya aumentado a pesar de haber subido a Primera. "Tengo una buena relación con Manuel Vizcaíno y muy respetuosa, cada uno hace en su casa lo que quiere. Hemos cambiado de equipaciones porque una marca de Huelva se ha puesto a nuestra disposición", explica Pablo Isorna.

"No me gustaría que el Cádiz CF fuera uno de los últimos clubes de fútbol en acoger a equipos de fútbol sala", concluye.