Tocará reflexionar sobre lo que ha sido una temporada de ensueño que cobra más mérito si cabe al tener en cuenta la cantidad de asuntos extradeportivos que han intentado torpedear el sendero cadista. La nave ha salido a flote gracias al trabajo del club y el equipo, desde el presidente Manuel Vizcaíno al entrenador Álvaro Cervera y los propios jugadores.

No obstante, uno de los temas más complicados de la temporada ha sido el de los arbitrajes y el VAR. Tanto es así que el entrenador estuvo sancionado con cuatro partidos por hablar de aquella jugada inverosímil que el colegiado del Cádiz - Granada, Alberola Rojas, no quiso pitar en una falta clara sobre Perea en el área. Una sanción que finalmente quedó en nada pero a la que siguió un comunicado del Cádiz y otra propuesta de sanción a Manuel Vizcaíno que tampoco llegó a ningún puerto.

El Cádiz es el equipo más perjudicado y menos beneficiado por el VAR en lo que va de temporada. Así de tajante es una clasificación que se ha hecho antes de esta jornada y en la que se refleja que solo en dos ocasiones el videoarbitraje se ha saldado del lado amarillo. Solo en dos.

La última acción flagrante contra el Cádiz se ha producido en el choque ante Osasuna con un penalti de VAR, de este nuevo fútbol artificial que están inventado, en el que la mano toca el hombro de Iza y al final tras ser revisado el colegiado señala penalti. Bien harían los jugadores amarillos, habrá que hacer casos a los meses, cortarse los brazos para jugar el fútbol porque la broma ya parece que va a en serio.

Las manos, el gran enemigo

Al penalti de Iza hay que sumar otras tantas jugadas que han causado una enorme indignación en el cadismo. Las manos de Negredo en Anoeta, la de Jonsson ante el Villarreal, las de Koke en el choque ante el Atlético de Madrid, la de Pere Milla en el duelo en Elche.

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— Cádiz Club de Fútbol (@Cadiz_CF) May 11, 2021

En todas esas jugadas las decisiones de los colegiados de turno, tras ser revisadas en el VAR, fueron en contra del Cádiz. Jugadas inverosímiles en su mayoría con manos involuntarias y que se producían en saltos en un balón parado, u otras jugadas, caso de la de Koke frente al Atlético, en la que aunque el árbitro señaló penalti ante la evidencia fue corregido por el VAR.

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Una constante en la temporada del Cádiz y de la que Álvaro Cervera se ha pronunciado en más de una ocasión. En su mayoría recordando que "no puedo decir lo que pienso porque sino me sancionan".

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