Ni cuando el rival se pone por delante. Ni cuando, en el primer tiempo, ha podido ser inferior al contrario. Ni cuando podría entrarle algún tipo de nerviosismo al comprobar que el tercer puesto se ponía a seis puntos. El actual Almería logra superar cualquier adversidad para seguir batiendo todos los récords de la Liga SmartBank. El último, tras su triunfo ante el Real Valladolid, es alcanzar los 40 puntos en 17 jornadas. Nadie antes lo había conseguido en toda la historia de una competición en la que han pasado clubes como el Atlético de Madrid, Sevilla, Real Betis o Villarreal, por poner unos ejemplos. Casi nada.

Y eso que nada fue fácil ante el conjunto entrenado por Pacheta. Daba la impresión que, tras seis victorias seguidas, los astros se ponían esta vez en contra de los almerienses. Tanto como que el gol pucelano fue en propia puerta del Almería. En concreto de un César de la Hoz que demostró ser 'humano'. Porque el cántabro lleva una temporada excepcional. Tal y como lo demostró contra los blanquivioletas. Dio un auténtico recital de lo que debe ser un pivote. Defendiendo, siendo el que iniciaba el juego y liderando esas estadísticas que no son numéricas, pero sí son fundamentales para un cuerpo técnico y para los propios compañeros.

Al gol encajado se unía que el Almería fallaba las ocasiones que suele materializar. Roberto se estaba imponiendo a los atacantes rojiblancos, como en un remate de Arnau Puigmal que fue la más clara del primer periodo. Asi que fueron transcurriendo los minutos notando que el Valladolid estaba siendo superior. Hasta que Óscar Plano fue expulsado. Una dura entrada en el centro del campo a Chumi fue sancionada con amarilla por Prieto Iglesias. Aunque desde el VAR, en el que estaba Bikandi Garrido, le dijeron que mirara la acción en el monitor. Lo hizo y cambió la amarilla por roja directa. Era el minuto 35 y el Almería estaba por debajo en el marcador, pero con uno más.

En el descanso, Rubi movió ficha por partida doble. 'Devolvía' al campo a Portillo, para jugar por dentro, y 'recuperaba' a un Largie Ramazani tras más de un mes de baja por lesión. Entre los dos le dieron la vuelta al partido, mostrando una vez más la profundidad de banquillo y la calidad del mismo.

VUELTA DE RAMAZANI

El belga tardó poco en decir que lo dejaran en sus manos. Se sacó un zapatazo desde la frontal, con la zurda, y la diosa fortuna quiso que golpeara en Joaquín y descolocara a Roberto. Partido igualado en el marcador y con el Almería lanzado. Aunque el Valladolid tuvo sus ocasiones a la contra, también mostrando la gran plantilla de la que dispone Pacheta. En esta ocasión, la fortuna había cambiado de bando. Tal y como se comprobó en el segundo gol del Almería. Sergio Akieme, que había entrado minutos antes por Centelles, se sacó un zurdazo y el balón se introdujo en la portería de Roberto... tras rozar en Joaquín Fernández. Con el líder por delante en el marcador y el Estadio de los Juegos Mediterráneos haciendo la ola, el Valladolid buscó el empate, aunque ya sin las cosas tan claras como al principio. Lo que aprovechó el Almería para marcar el tercero (Portillo) en una contra de Dyego Sousa.

Todo era felicidad en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. Los aficionados viendo que el Almería saca ya 12 puntos al Real Valladolid. Que, si el Tenerife gana, tendrá 10 de ventaja sobre el tercero. Que suma ya siete victorias seguidas. Que lleva 33 goles a favor. Que ha encajado únicamente 12. Que está batiendo todos los récords habidos y por haber en la Liga SmartBank. Cuando quedan cuatro jornadas para llegar al ecuador, puede llegar a los 52 puntos antes de Navidad. Una auténtica locura. Dando la sensación de que el ascenso cada vez parece más 'chupado'.