Iker Casillas vuelve a Madrid. Tras cinco años en Oporto, el portero regresa a España tras oficializar su retirada en el club luso. En una entrevista para la revista Semana, el portero ha hecho repaso a todo lo que ha vivido en el último tramo de su carrera como futbolista. También ha hablado de su relación con Sara Carbonero y los planes de futuro que tiene, que pasan por el Real Madrid.

La Copa de Portugal marcó el punto y final de la carrera de Iker Casillas, fue el último día que el portero pisó un terreno de juego como futbolista en activo, antes de hacer oficial su adiós al fútbol. Por este hecho, Casillas no pudo estar acompañando a Sara Carbonero cuando murió el abuelo de ella. "No pude ir porque era la final de la Copa de Portugal y para entrar al estadio tenía que hacerme un test de coronavirus. Además, era mi último partido con el equipo y en activo y tenía que estar. Después de ese partido no pinto nada más en el fútbol. El que lo quiera entender bien y si no, me da igual", ha explicado Iker. "La verdad es que he estado de un lado a otro e igual no he estado lo que tendría que haber estado al lado de Sara", ha reconocido Casillas, haciendo balance de los últimos meses.

"Ningún médico firmaría un alta para que pudiera jugar", explica a Semana Iker Casillas, que hace un año sufrió un infarto que supuso su retirada prematura del fútbol. "Hace un año yo estaba con unos amigos cenando y al día siguiente me dio un infarto y todo cambió. Y porque el médico estuvo rápido, que si no, me hubiese ido. Por eso yo ya no estoy para memeces. A partir de entonces a mí me cambió la cabeza tottalmente. Un golpe así te hace poner los pies en el suelo, te quita la chulería rápido", recuerda el exportero de la Selección española. "Yo antes era un rencoroso. 'El que me la hace, me la paga', solía decir, pero ahora aparto lo que me hace daño y solo disfruto de lo que suma. Hace un año a Sara y a mí nos cambió la vida y lo que hay que hacer es afrontarlo y disfrutar de lo que se tiene. Mañana no se sabe lo que va a pasar", reflexiona.

Adiós, Oporto. Hola de nuevo, Madrid

"Ojalá me pudiera quedar en Oporto, pero tengo que emprender una nueva etapa. Ahora tengo que reflexionar y valorar qué hacer, ver dónde me ubico. Aquí hemos vivido sin presión, con mucha tranquilidad, pero toca empezar de nuevo. Me voy del fútbol sin pesar. Lo he ganado todo y no pondría en riesgo mi vida", reconoce Casillas, que abandona la que ha sido su ciudad durante un lustro. "Aún no sabemos dónde vamos a vivir. Las vacaciones las haremos en el pueblo de Sara y en el mío (Navalacruz, Ávila). Somos personas de riesgo y no queremos arriesgar. Aún no está nada cerrado, pero confío en que mi nueva etapa esté en el Real Madrid", explica Iker, cuyo deseo sigue siendo el de estar unido al club de su vida, también laboralmente.

"La marcha del Real Madrid fue traumática, pero es mi casa. Rompimos como cuando se separa un matrimonio y te dices de todo y hubo frases mal dichas y fuera de contexto, pero pasa el tiempo y todo se calma. Cuando pasaron dos o tres años tuve una relación más tranquila con Florentino y me dijo: "Tienes que estar aquí"", recuerda Iker Casillas. "Ahora, en agosto, hablaremos porque el Real Madrid es mi casa y mi vida. Hace poco Florentino me llamó para hacerme una oferta y ahora, cuando esté en Madrid, hablaremos", desvela el portero.

Por último, Iker Casillas también desvela qué ocurrió con su candidatura a la presidencia para la RFEF. "Tenía casi ganada mi candidatura, pero pesaban más los motivos políticos. Había una lucha desigual y decidí retirarme", sentencia Iker.