Un tanto del delantero italiano Manolo Gabbiadini dio la victoria al Southampton en el estadio del Swansea (0-1), provocó la agonía del conjunto galés, casi selló la permanencia de su equipo, y, de rebote, provocó el descenso del West Bromwich.

A falta de una jornada para el final, los puestos de descenso han quedado casi definidos en Inglaterra. Uno de los partidos aplazados de la jornada 31 por los cuartos de final de la Copa de Inglaterra, que entonces podría tener algo menos de interés, se convirtió en vital para Swansea y Southampton.

Ambos clubes disputaron un partido a vida o muerte por la permanencia con otro equipo, el West Brom, que de reojo miraba el duelo muy atento con la esperanza de que el choque finalizara en empate para mantener opciones de seguir en la pelea la última jornada. Cualquier otro resultado le mandaba a Segunda División y no tuvo suerte. Después de los 90 minutos, descendió.  Y, el Swansea, está a un paso, porque ahora depende de que el Huddersfield, a tres puntos de distancia, pierda los dos partidos que tiene que disputar.