La consagración para la generación de Nikola Karabatic, a quien, hasta ahora, faltaba ganar un Mundial en su tierra para emular a la de Jackson Richardson, que lo hizo en 2001 como punto culminante de otra camada de jugadores de excepción.El exjugador del Barcelona, quizá el mejor del mundo, lideró a un equipo en el que emerge una nueva generación, los Fabregas, Remili o Mahe, que aseguran al balonmano francés años venideros de esperanza.Perfectos a lo largo de toda la competición, los franceses sintieron por vez primera el peligro de la derrota en la final, cuando durante la primera parte se vieron sorprendidos por el descaro de una Noruega que jugaba su primera final internacional y que, por momentos, hizo soñar a todo un pueblo.Pero finalmente la defensora del título supo imponer sus galones, su experiencia y la calidad de su guardameta Vincent Gérard, probablemente el jugador más determinante del Mundial, que a base de actuaciones brillantes ha hecho olvidar al mítico Thierry Omeyer, uno de los dos supervivientes, junto a Daniel Narcisse, del título de 2001.
FICHA DEL PARTIDO
33- Francia: Gérard; Porte, Remili (4), Fabregas (2), Narcisse (2), Karabatic (6), Mahé (5) -equipo inicial-, N'Guessan (-), Omeyer (portero suplente), Abalo (1), Sorahindo (3), Gigou (5), Porte (5)
26- Noruega: Bergerud; Bjornsen (4), Tonnesen (5), Myrhol (4), Sagosen (1), Hansen (4), Jondal (2) -equipo inicial-, Hykkerud (-), Christensen (portero suplente), Gullerud (1), O'Sullivan (1), Tangen (3), Johanssen (1)
Marcador cada cinco minutos: 2-3, 5-6, 7-10, 11-12, 13-16 y 18-17 (Descanso). 22-18, 23-19, 25-22, 29-23, 32-24 y 33-26 (Final).
Árbitros: Gjeding y Hansen (DIN). Excluyeron por dos minutos al francés Fabregas y a los noruegos Tonnesen y O'Sullivan.
Incidencias: Final del Mundial de Francia de 2017 disputado en el parisiense Arena de Bercy ante unos 15.000 espectadores.