Aunque tengamos un trabajo vocacional, muchas veces nos invade la apatía, falta de ganas.

¡Uff, hoy no quiero ir al cole! Sí, yo a mis cuarenta y tantos, de vez en cuando, se lo digo a mi madre y se ríe. A ella le hace gracia esa actitud infantil, pero yo lo digo en serio.

Detrás de una falta continua de motivación, presión laboral, cansancio continuado, estrés diario, hay un problema bastante importante, psicológico, continuado, con síntomas varios.

Síndrome de Burnout. Afecta a muchas personas en el mundo y los españoles, somos de los europeos más estresados.

El Síndrome de Burnout o síndrome del quemado, es estar, de manera crónica, sometido a presiones, situaciones estresantes en el trabajo que llevan al agotamiento físico y mental.

Un ya no puedo más. Agotamiento continuo. Uno de los principales síntomas es la falta de motivación. Y aquí es donde yo quiero pararme.

Si mi trabajo es vocacional, si hago lo que me gusta, rodeada de buena gente ¿puedo llegar a padecer este síntoma? Pues, lo triste, es que sí. Y normalmente no depende de nuestro trabajo solo. La mayoría de los casos es por exceso de responsabilidades, propias e impuestas por una falta de medios ó de organización en el departamento.

Si tendemos a involucrarnos, si intentamos llegar a todo, si nos presionan con excesivo trabajo y, en muchos casos, tenemos bajas expectativas ante el avance del proyecto, seguramente, podemos padecer, sin casi darnos cuenta, el Síndrome de Burnout.

¿Causas? Observa:

* horarios sin límites

* Excesiva carga de trabajo

* Remuneración inadecuada

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* Bajas expectativas

* Presión por parte de la empresa

Estar quemado, decirlo a la ligera un día, vale. Pero estar quemado a diario, sentirlo y además agotarse físicamente es el principio de un problema más grande. Los episodios de ansiedad pueden llegar a ser muy graves.

Es importante separar la vida laboral de la personal. Parar, desconectar con actividades que nos gusten, nos motiven, nos hagan sentir importantes, sanos , alegres.

Pasear, leer, hacer yoga, practicar cualquier deporte, bailar, charlar con amigos….

Trabajar puede que sea necesario pero sin que nos cueste la salud.

“Saber distinguir lo que es importante de lo que es urgente. Ésa es la verdadera sabiduría”

Catherine Rambert