En muchas ocasiones pensamos que conocemos completamente el comportamiento de nuestras mascotas: por qué ladran, maullan, por qué nos lamen la cara e, incluso, por qué algunos perros cavan con sus patas en el césped. Lo que puede que no sepan algunos es por qué los gatos “amansan” o, como se le llama coloquialmente, por qué “amasan galletas”. Y es que el motivo de esta referencia coloquial es que algunos felinos tienden a presionar con dos de sus patas alguna superficie de la casa.

Puede que algunos lo hagan con la cama mientras que otros lo hacen directamente con la barriga de sus dueños. Algunos gatos, de hecho la mayoría, suele hacerlo con las dos patas delanteras, mientras que hay un pequeño grupo que lo hace con las dos patas traseras. En muchas ocasiones sacan sus garras a relucir, y presionan con ellas. Si el hábito de amasar lo tienen con el torso de sus dueños, mal asunto, porque puede provocarnos serias heridas en el abdomen si presionan con demasiada fuerza.

Y precisamente debemos tener cuidado con la forma en la que reaccionamos al dolor que nos puede provocar esta práctica porque, si nos mostramos enfadados con el animal, esto puede crearle confusión. Lo que para nosotros puede parecer un acto de agresividad, en realidad puede ser de tranquilidad y felicidad. Por eso, ¿cuál es el motivo real de que los gatos amansen?

Los motivos por los que los gatos amansan

La realidad es que no existe un motivo unánime detrás de que los felinos amansen, sino hasta cinco teorías posibles, siendo la más extendida que es una conducta instintiva desde que nacen. Los hacen como método de presión sobre los pezones de la madre para incentivar el desarrollo del calostro y de la leche materna. No obstante, se trata de un comportamiento que sólo tiene sentido durante sus tres semanas de vida. Entonces, ¿por qué siguen haciéndolo después durante toda su vida?

La teoría es que la asociación que les produce el comportamiento les da paz y les hace sentirse cómodos, de ahí que no recomienden reaccionar de manera agresiva si los encontramos haciéndolo. También puede tratarse de que los animales han desarrollado una relación afectiva con el dueño, por lo que lo hagan como muestra de cariño.

También existe la posibilidad de que este comportamiento sólo se repita de manera habitual en los momentos previos de acostarse, por lo que más que con su etapa de crías tendría relación con las madres embarazadas, que preparan el nido para los cachorros.

Pero, como señala la doctora Julia Albright, profesora de veterinaria de la Universidad de Tennessee, para un portal especializado de EEUU, también cabe la posibilidad de que estén marcando territorio. Según apunta, se trata de una de las formas que tienen los gatos para marcar espacios, muebles y personas como suyos.