María, organizadora profesional: "Cuando me compré mi casa aprendí a gestionar por categorías, como hacía en la farmacia, y lo apliqué en mi hogar"

En los últimos años, el concepto de orden ha dejado de asociarse únicamente a una casa limpia o un armario bien doblado. Se ha convertido en una herramienta de bienestar, productividad y salud mental. 

En el pódcast 'Tiene Sentido', la organizadora profesional María Zamora compartió la historia del camino que la llevó desde una farmacia hasta convertirse en referente del método KoraKora, su propio sistema de organización con enfoque emocional. 

Zamora explicó que su relación con el orden comenzó mucho antes de dedicarse a ello profesionalmente. "Siempre me han dicho que era muy organizada. En la farmacia era yo quien colocaba los productos, hacía espacio y gestionaba los pedidos", recuerda. De hecho, contaba que  cuando se compró su casa aprendió a gestionar por categorías, tal y como hacía en la farmacia, y quiso aplicarlo en su hogar.

Sin embargo, aseguraba que no fue consciente de que aquello podía convertirse en profesión hasta mucho más tarde.

 Su 'clic' llegó durante su luna de miel en Japón, país donde descubrió a Marie Kondo, considerada una de las figuras más influyentes en el mundo del orden y la organización. 

"Empecé a leer sus libros y vi claramente la conexión entre la organización en una farmacia —jarabes, comprimidos, supositorios— y la organización en casa. Todo estaba basado en categorías. Ahí entendí que alguien podía dedicarse a esto". 

Aun así, el proceso no fue inmediato. Zamora continuó trabajando en la farmacia mientras formaba su propio método y validaba su proyecto. Ese periodo duró entre 2018 y 2022, cuando finalmente tomó la decisión de abandonar la ortopedia y dedicarse por completo a su nueva profesión. 

Para ella, el orden no es únicamente algo estético o funcional, sino un modo de recuperar control y claridad mental. "Me daba cuenta de que muchas personas venían a la farmacia con ansiedad, insomnio o estrés. Y yo pensaba: aquí hay algo más profundo. No era solo medicación, era vida desbordada". 

Esa reflexión la llevó a integrar el desarrollo personal en su método: "Primero organizas el armario, luego la cocina, el baño… pero llega un punto en que te das cuenta de que también tienes que ordenar dentro. El orden interior es clave para sostener los cambios". 

Su filosofía se resume en una frase: "Quédate con lo que te dé paz". Para ella, ese principio ha transformado vidas.

arantza olasagarre y más claves del orden

Esta visión es compartida por otras expertas del sector, como la organizadora profesional Arantza Olasagarre. Según ella, el problema de base es que dedicamos más de un año de nuestra vida a buscar objetos perdidos. 

Para combatirlo, Olasagarre subraya la importancia de diferenciar entre ordenar y organizar. Mientras que lo primero es una solución meramente estética y temporal, organizar implica crear un sistema personalizado que se adapte a los hábitos y necesidades de cada individuo, buscando que sea práctico, efectivo y duradero.

El método de Olasagarre comienza con un diagnóstico de los espacios y las rutinas de los habitantes de la casa. A partir de un diálogo con ellos, diseña una organización a medida. 

En este proceso, la experta insiste en que su rol no es desechar las pertenencias del cliente: "Yo no tiro nada. Si tú lo quieres guardar, lo guardas, pero si es algo que no usas, no lo tengas a la vista". El objetivo es que la persona decida qué quiere conservar antes de empezar a colocar.

En contra de la creencia popular de que los jóvenes son cada vez más desordenados, Olasagarre plantea una reflexión: "No sé si son desordenados o es que no les hemos enseñado". 

De hecho, asegura que son precisamente los jóvenes quienes "lo piden a gritos", mostrando una demanda creciente por adquirir estas habilidades. Como ejemplo, menciona un próximo curso de organización del hogar que impartirá, confirmando la necesidad de formación en este ámbito.

Al igual que Zamora, Olasagarre considera que un espacio caótico puede ser el reflejo de una situación personal complicada, como "un divorcio, un fallecimiento, un problema o una enfermedad". Para quienes tienden a acumular objetos bajo la premisa del "por si acaso", su recomendación es práctica: guardarlos en cajas etiquetadas y apartarlos de los espacios de uso diario, como en un trastero o un altillo.