El 42 % de los viajeros españoles cogerán vacaciones a partir del 1 de agosto, según los datos del Observatorio Nacional del Turismo Emisor (ObservaTUR) emitidos este jueves.

En julio, la cifra de viajeros nacionales fue del 29 %, trece puntos porcentuales menos, lo que mantiene la tendencia predominante de los últimos cuatro años -con una preferencia por el mes de agosto- e incluso sube un 1 % en 2022 con respecto al mismo mes del pasado ejercicio.

Además, el octavo mes del año es el preferido por los españoles con edades comprendidas entre los 50 y los 64 años (49 %), con diferencia entre sexos, ya que frente al 44 % de hombres que prefieren estar de vacaciones en agosto se sitúa el 40 % de las mujeres.

Los datos también revelan que los viajeros que se desplazarán en estas fechas lo harán mayoritariamente acompañados de sus parejas (74 %), si bien los que lo harán con amigos (21 %) vuelven a niveles de prepandemia.

El 52 % estará fuera de su residencia habitual entre una semana y doce días.

Por otro lado, para los traslados el 68 % usará el vehículo propio, al tiempo que el alojamiento favorito del 36 % de los españoles en agosto será el hotel, seguido del apartamento turístico y del propio.

Respecto a los viajes, el 60 % de los turistas españoles optará por un destino nacional, el 18 % por uno internacional y otro 22 % combinará ambas fórmulas.

Entre los que prevén algún movimiento al extranjero, el 30 % realizará un viaje a Europa.

Los viajes pendientes desde hace tiempo se convierten en un 17 % de los casos en el motivo principal para elegir un destino en el próximo verano, seguido del coste y las experiencias previas (15 %).

En ese sentido, la no masificación es el argumento prioritario para un 13 % de los viajeros.

Entre los que tienen el destino decidido, los viajes de sol y playa (el 41 %) serán los protagonistas destacados en todas las edades, junto con los viajes familiares y los de relax y bienestar (15 %), seguidos de los culturales (14 %).

Otro dato señalado es el referido al gasto, debido a que los españoles gastarán una media de 610 euros en sus vacaciones de verano, una cifra que sube por primera vez desde 2018 (después de que el año pasado anotara la media más baja, 566 euros), pero que está todavía por debajo de los niveles anteriores a la pandemia.

Sin embargo, los viajeros que cuentan con un presupuesto global inferior a los 1.000 euros para las vacaciones de verano representan el 43 % del total, mientras que los que superan los 3.000 euros representan el 8 %, un porcentaje que se duplica con respecto al 4 % registrado en 2021.