El yogurt forma parte de la alimentación de las familias españolas desde hace décadas. De hecho, es uno de los productos que primero consumen los niños en sus primeros meses de vida. Y es que el yogurt es un alimento nutritivo, al ser una de las mejores fuentes de calcio y para reforzar los huesos y los dientes.

Pero lo cierto es que sus beneficios se extienden a todas las edades, ya que también mejora la salud cardiovascular, ya que contiene una alta concentración de grasas monoinsaturadas que aportan una dosis considerable de colesterol buenoy colabora en la reducción de la presión arterial.

Los que no son muy amantes de la fruta, creen incluso que suplen su consumo con los 'tropezones' que se incluyen en el interior. Una creencia falsa, ya que su porción por unidad es irrisoria y no cubre el mínimo de frutas que debes ingerir diariamente, entre dos y tres, según la Organización Mundial de la Salud.

Pero como decimos, el yogurt es un postre cuyos beneficios nutricionales están más que demostrados. Ahora que se acerca el verano y muchas personas tratan de cuidar más su figura para lucir en playas y piscinas, los yogures desnatados o naturales recobran mayor presencia en nuestra dieta. Pero, más allá de lo puramente dietético, vamos a conocer otras propiedades saludables que contienen este producto que inundan las cadenas de supermercados.

¿Cuáles son los principales beneficios del yogurt más allá de la dieta?

Aliado para la piel: Más allá de su capacidad o no de hacernos engordar, lo cierto es que es un alimento que trae efectos positivos sobre nuestra piel. Su consumo nos aporta las proteínas necesarias para mentenernos una piel firme y lisa. Incluso algunos expertos aconsejan aplicarnos el yogurt sobre nuestra piel para hidratarla. Otros consideran que también puede servir como crema después del sol (after-sun).

Protege el intestino: El yogurt es también un buen aliado para proteger el intestino cuando consumimos algún antibiótico. El motivo es que los antibióticos, tras ingerirlos, ataca duramente a las bacterias que causan nuestras infecciones, pero también las bacterias de la flora intestinal que son beneficiosas para nuestra salud.

Nos hace la digestión más llevadera: En consonancia con lo expuesto anteriormente, el consumo de yogures nos facilita hacer una buena digestión tras las comidas, gracias a la acción de los probióticos. Si además optamos por yogures sin lactosa, ahorramos a nuestro cuerpo el trabajo de desdoblar la lactosa, y por tanto las digestiones serán más ligeras y fáciles.

Una buena opción para hacer deporte: A la hora de hacer deporte, incorporar un yogurt a nuestro estómago antes y después del ejercicio es una buena elección. Si la tomamos con anterioridad al esfuerzo físico, nos proporcionará un plus energético para mantener el ritmo. Por otro lado, la proteínas que aportan nos ayuda a recuperarnos del esfuerzo con mayor rapidez.