Un estudio reciente de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) alertaba de que los más pequeños podrían estar superando la ingesta tolerable de dioxinas (PCB) y compuestos similares (DL-PCB), unos contaminantes ambientales tóxicos que suelen estar presentes en algunos alimentos grasos, como las sardinas en lata, el salmón, la carne de ternera o el yogur entero. La explicación es que se disuelven muy bien en la grasa, y por tanto se acumulan precisamente en el tejido graso de animales y personas.

Y es que la toxicidad de las dioxinas puede suponer un riesgo para la salud. Aunque se encuentren en cantidades bajas, pueden causar alteraciones en el desarrollo, inmunotoxicidad y efectos en el desarrollo neurológico. El riesgo se incrementa para concentraciones mayores pudiendo provocar incluso "lesiones en la piel, alteraciones hepáticas e incluso cáncer", según han avisado desde la organización.

Es importante limitar su ingesta porque la toxicidad de estos contaminantes es un riesgo real.

Por eso recomiendan sistituir en la dieta parte de los alimentos grasos de origen animal por otros como legumbres, cereales, verduras y frutas, especialmente si hay menores en casa y porque, además, es beneficioso para la salud cardiovascular.

DE DÓNDE SALEN LAS DIOXIONAS

La industria en los procesos de combustión (incineradoras, cementeras, centrales térmicas, calefacción), son el principal emisor de dioxinas a la atmósfera junto con los incendios y las erupciones volcánicas, según explican desde la ocu.

Las dioxinas son estables y muy resistentes a la degradación y se mantienen muchos años en el ambiente. Son capaces incluso de atravesar la placenta y la cáscara de los huevos.

DÓNDE HAY MÁS

En un estudio de la OCU para el que se han seleccionado distintos tipos de alimentos, para taner unos datos orientativos de la presencia de estos tóxicos en alimentos comunes como huevos, lácteos, fruta, cereales, legumbre, carne, pescado, aceite, se han encontrado estas sustancias tóxicas, si bien en ningún caso se sobrepasan los límites legales, aclaran. Pero, ¿dónde hay más toxinas?

Se concentran sobre todo en los alimentos de origen animal: carne, pescado y lácteos mientras que los alimentos de origen vegetal presentan, niveles más bajos. Sardinas en lata, salmón, leche cabra, yogur, ternera, pollo, huevos, queso manchego, queso fundido, mantequilla, baicon, atún (lata), son algunos de ellos.

Desde la ocu recuerdan que se trara de un problema rea ya que una dieta rica en productos grasos de origen animal podría aportar un exceso de estos tóxicos a nuestro organismo. "Si bien los límites son cada vez más restrictivos, no podemos confiarnos".