La Navidad está a la vuelta de la esquina. Concretamente falta un mes y diez días para celebrar con familiares y amigos una de las fechas más especiales del año, la Nochebuena. Y es que, el 24 y el 25 de diciembre, además de Nochevieja y Año Nuevo, son las jornadas en las que se reúne toda la gente. Tras dos años en los que ha habido limitaciones por la pandemia, este 2022 será diferente. Para esos días no solo estamos pendientes de ver con quién nos juntamos, sino también de ver el menú de las comidas y las cenas, y de cómo vamos a decorar la mesa para la ocasión. Siguiendo la tradición, en muchos hogares siempre cae algo de marisco o cordero. Ahora bien, a medida que nos vamos acercando a las fechas clave de la Navidad, el coste de este tipo de alimentos se va incrementando, y más con la inflación que estamos teniendo situada en el 7,3%. Por tanto, la previsión es un aumento de precios desorbitado. En este caso, y para que la compra en esos días no te salga por un ojo de la cara, te contamos el truco que puedes utilizar para ahorrar en el menú de Navidad.

¿Sabías que la mayor parte de los productos más típicos para esos días se puede congelar? De hecho, muchas familias lo que hacen es esto, comprar antes los alimentos para meterlos en el congelador hasta que llegue la gran fecha de cocinarlos. Un truco infalible. En este aspecto, la duda está en cuánto tiempo pueden estar a bajo cero alimentos como el marisco o el cordero, entre otros, y si nos aguanta para entonces. Por este motivo, te contamos a continuación qué productos mantienen las mismas características aunque los refrigeres, para que puedas comprarlos y ahorres antes de que lleguen las fechas de mayores precios estas navidades.

Mariscos y pescados

Los últimos datos del Índice de Precios al Consumo (IPC) señalan que, en un año (es decir, hasta septiembre), los precios del pescado fresco ha subido un 10,5%, el congelado un 11,1%, el marisco fresco un 8,5% y el refrigerado un 12,5%. En el apartado del producto estrella, el marisco, habrá que congelarlo nada más comprarlo o después de su cocción dependiendo del tipo que sea.

• Nécoras, bueyes de mar, centollos o bogavantes. Todos ellos van a ser congelados una vez se cocinen. Por lo tanto, al comprar el animal vivo se tiene que cocer y luego meterlo en el congelador. Cuando llegue el día se tiene que sacar 24 horas y dejarlo para que coja temperatura ambiente dentro de la nevera -concretamente en la parte menos fría-, nunca fuera de ella. Los grandes crustáceos aguantan congelados entre tres y cuatro semanas en condiciones óptimas.
• Gambas, los langostinos, las cigalas... Al igual que los anteriores, en estos alimentos es mejor comprarlos frescos para luego cocerlos y congelarlos. Respecto a su duración, hablamos de hasta seis meses en perfecto estado.
• Berberechos, mejillones, almejas... En este caso, es más recomendable comprarlos frescos. Eso sí, se pueden congelar tanto crudos como cocidos. Aguantan tres meses manteniendo las mismas características. Ahora bien, los únicos dos bivalvos que no se deben congelar son las ostras y los percebes.
• En cuanto a los pescados: este es otro producto estrella durante las navidades. De normal, el pescado en el congelador dura hasta seis meses, siempre y cuando esté a una temperatura de 18 grados bajo cero. De hecho, lo mejor es que cuando compres, lo limpies bien y lo metas en el congelador.

Carnes

El típico plato de las navidades de carne es el cordero asado. Sabroso, jugoso y fácil de hacer. Este producto aguanta muy bien en el congelador. Cuatro meses si se trata de chuletas, y entre nueve y doce si hablamos de piezas enteras como las paletillas y las piernas. Antes de consumirlo en la fecha clave tienes que descongelarlo de forma natural durante 24 horas en la nevera. En caso de comer o cenar en esos días pollo, pavo o pularda, estos también puedes ir al mercado ya para ahorrar en la lista de la compra de Navidad. Suelen durar hasta tres meses en el congelador en buen estado. En cuanto al cochinillo, este te aguanta dos meses en el refrigerador. El único inconveniente es que vas a tener que trocearlo para que el congelado sea uniforme en todo el animal. En todo caso, estos productos tienen que estar a 18 grados bajo cero a la hora de la congelación.