El cuidado del medio ambiente y la biodiversidad ha sido uno de los "grandes ausentes" en los debates de campaña electoral pese a que España es un "punto caliente" de riqueza ambiental en Europa, según los expertos consultados por Efe con motivo del Día de la Diversidad Biológica que se celebra hoy.

Esta fecha, fijada por la Asamblea General de Naciones Unidas en el año 2000, pone el foco cada 22 de mayo en el impacto que sufre la Naturaleza debido a las actividades humanas para concienciar a las generaciones presentes y futuras sobre la necesidad de conservar la riqueza de la biodiversidad.

Sin embargo, esta conmemoración "no ha sido trasladada al debate político por lo que no se atiende al interés de gran parte de la sociedad" ha enfatizado el cofundador de Ecologistas en Acción y especialista en biodiversidad, Theo Oberhuber, quien ha insistido en que "es un tema que muchos políticos infravaloran".

Incluso existen partidos que "aprovechan sus campañas para ir en contra de la Naturaleza", algo que "no tiene sentido" porque al final los políticos "viven de espaldas al medio ambiente y la biodiversidad".

Con vistas a la formación del nuevo Gobierno, Oberhuber ha manifestado su deseo de que existiera "una vicepresidencia de Transición Ecológica que asumiera el control del resto de ministerios para avanzar en una misma dirección" y asegurar políticas compatibles con la conservación de la biodiversidad.

A su juicio, durante la anterior legislatura, el Ministerio puso en marcha medidas para detener la pérdida de biodiversidad "en ocasiones insuficientes, aunque al menos las puso en marcha", pero otras instancias de la Administración empujaron en "una dirección totalmente contraria", gracias a que sus políticas "eran mucho más potentes económicamente".

Esta disyuntiva de "desarrollo económico versus conservación de la Naturaleza es el reto al que nos enfrentamos", según ha afirmado a Efe la responsable de campaña de costas de Greenpeace España, Paloma Nuche, quien ha puesto como ejemplo el aumento de la presión urbanística en el litoral español, que se ha duplicado en los últimos 30 años, según sus datos.

"La conservación de los ecosistemas debe ser el centro de todas las políticas para dejar de lado el modelo turístico depredador en el que se basan muchas urbanizaciones", de acuerdo con un estudio elaborado recientemente por Greenpeace en colaboración con el Museo de Ciencias Naturales y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas para analizar el impacto humano en dos playas de Cádiz: El Palmar (Véjer) y Castilnovo (Conil).

Según Greenpeace, el ecosistema costero de Castilnovo está "mejor conservado al carecer de edificaciones" lo que promueve la biodiversidad en la zona, mientras que El Palmar está "amenazada" por el desarrollo urbanístico.

Otro informe publicado por el CSIC ha evaluado la pérdida de biodiversidad que provocaría el impacto del cambio climático en las redes de polinización de distintas zonas de Europa, desde el sur de la Península Ibérica hasta el norte de los países escandinavos.

"Hemos estudiado cómo afecta la desaparición de plantas, por culpa del cambio climático, a otras especies así como a sus polinizadores", ha señalado la científica del Instituto Pirenaico de Ecología y partícipe del estudio, María Begoña García.

García ha recordado la "riqueza extraordinaria" de la biodiversidad española, que se materializa en zonas como el Valle del Ebro, el desierto de Tabernas, las montañas alpinas o la zona norte peninsular, entre otras.

"Debemos sentirnos muy orgullosos de lo que tenemos en la Península Ibérica: somos bandera en Europa y tenemos una gran responsabilidad ambiental", ha concluido.