La organización Ecologistas en Acción, que estará presente en la Cumbre del Clima (COP26) de Glasgow (Reino Unido) monitorizando las negociaciones, considera que los compromisos actuales no cumplen con las indicaciones científicas y que por ello estamos muy lejos de enfrentar la crisis climática.

En un encuentro informativo virtual en el que se ha debatido sobre los posibles resultados políticos de la COP26, diversos responsables de la ONG han coincidido en que el desafío del cambio climático, al que han calificado como la mayor amenaza para la humanidad, no está siendo atajado debido a la ausencia de decisiones urgentes y drásticas basadas en la Ciencia.

El adelanto del sexto informe de evaluación del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) pone de manifiesto una situación muy grave: en 2021 hemos alcanzado un nivel de contaminación atmosférica de 400 ppm (partes por millón) y las emisiones no se están reduciendo, ha señalado la responsable de transporte Ecologistas en Acción, Carmen Duce.

El IPCC alerta de que los procesos de degradación planetaria se retroalimentan y estamos llegando a un punto de no retorno, ha subrayado.

Por ello es urgente y necesario reducir las emisiones para garantizar que no superamos un ascenso térmico de 1.5 grados como recomiendan los científicos.

Para evidenciar el impacto del ascenso térmico vinculado a unas emisiones descontroladas, Duce ha recordado que las olas de calor en el norte global, las inundaciones, las sequías y el aumento del nivel del mar seguirán agudizándose a lo largo del siglo si los resultados políticos de la cumbre no son satisfactorios.

La responsable del área internacional de Ecologistas en Acción, Nuria Blázquez, ha explicado que para contrarrestar las falsas negociaciones de las COP, la organización participará en una cumbre alternativa, la 'Cumbre de los Pueblos', que se celebrará en Glasgow entre el 7 y el 10 de noviembre próximos.

Esta 'contracumbre' representa la convergencia de la sociedad civil, los pueblos indígenas y las organizaciones ecologistas para demandar justicia climática y acción rápida con el objetivo de reparar el daño en las comunidades del sur global.

El responsable de Energía y Clima de la organización ecologista, Javier Andaluz, ha lamentado que las Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés) -que fijan los objetivos de cada país para reducir las emisiones- no se están presentando adecuadamente en tiempo y forma, por lo que estamos muy lejos de enfrentar la emergencia climática.

Entre los temas que se van a tratar en la próxima Cumbre del Clima, Ecologistas en Acción ha destacado las negociaciones del artículo 6 del Acuerdo de París, que define varios mecanismos para el intercambio de los llamados créditos de carbono, según Andaluz.

Esta herramienta sirve para que las empresas que han excedido sus derechos de emisión puedan comprar a terceros países derechos sobrantes de sus empresas, realizar proyectos para la reducción de emisiones o mejorar los sumideros.

Sin embargo, este mecanismo han provocado la vulneración de derechos de numerosas comunidades en el pasado, por lo que Andaluz considera fundamental que en él se incluyan menciones específicas a la protección de los Derechos Humanos frente a los intereses del mercado, ya que la lucha climática debe pasar por la voluntad del mundo financiero.

Los países en desarrollo requieren una financiación de billones de dólares como compensación a unas emisiones que no han provocado, pero los países ricos han incumplido el compromiso anual de 100.000 millones de dólares anuales hasta 2020, un objetivo que según el responsable de Energía y Clima de la ONG debería sextuplicarse, es decir 600.000 millones de dólares entre 2020 y 2025.

Otra de las discusiones que los ecologistas prevén intensas en la COP26 son las relativas al artículo 4 del Acuerdo de París, que define el mecanismo para la presentación de los NDC, ya que en Glasgow se deberá cerrar un ciclo de revisiones cada cinco años desde 2030.

Por último, Ecologistas en Acción recuerda que las pérdidas y daños deben seguir siendo un tema de alta prioridad en todas las conversaciones climáticas.