Irene Barahona-Alfredo Martínez

La protección del cernícalo primilla, pequeña rapaz que convive con el hombre desde hace al menos 20 siglos, ha irrumpido en la restauración de una iglesia del siglo XVI de la población sevillana de Carmona y ha reabierto el falso dilema entre la conservación del patrimonio histórico y del natural.

El Ayuntamiento carmonense, asesorado por el científico de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) Juan José Negro, ha revertido la decisión de tapar una treintena de mechinales (agujeros) de los muros de la antigua iglesia de Santa Ana, donde anida una de las colonias más importantes en Andalucía de cernícalo primilla, una rapaz protegida por el declive de sus poblaciones.

La clausura de estos agujeros fue promovida por responsables de la rehabilitación de este inmueble histórico, dependientes de la Consejería andaluza de Cultura, frente a la oposición de sus homólogos de Medio Ambiente, de científicos y de una treintena de organizaciones conservacionistas, que desataron una intensa protesta en las redes sociales.

El alcalde de Carmona, Juan Ávila, ha impulsado la inmediata reapertura de estos agujeros, que ya comienzan a ocupar los primeros cernícalos primillas que han regresado de su invernada en África y que en unas semanas se reproducirán dentro de estos mechinales, como hacen en este lugar desde hace más de dos mil años, cuando en la entonces villa romana de Carmo, comenzaron a levantarse los primeros edificios con paramentos elevados.

El cernícalo primilla es una rapaz de pequeño tamaño, catalogada como vulnerable, porque sus cifras poblaciones "no son halagüeñas", según Negro, especialista de referencia nacional en esta especie, que cataloga como una de las cinco aves urbanas que conviven con el hombre "a lo largo de la historia", junto a la cigüeña blanca, el gorrión, la paloma y la grajilla.

"Esta rapaz lleva millones de años sobre la Tierra e inicialmente no era urbana, pero cuando comienzan a construirse grandes edificios con grandes paramentos, seguramente desde la época romana, empieza a acercarse a los hombres y se hace urbana", tras encontrar en los huecos de los edificios su lugar idóneo para nidificar.

Negro, quien estos días verifica en Carmona la vuelta de los cernícalos a su antiguo lugar de cría, ha explicado a Efe que esta restauración pretende ser un ejemplo entre la necesaria recuperación de esta iglesia, en peligro de derrumbe, y la conservación de la colonia de cernícalos primillas, crucial para garantizar el futuro de esta pequeña rapaz.

"Esta restauración sirve para demostrar que la conservación del patrimonio cultural y del patrimonio medioambiental es perfectamente compatible y para recordar que ambos están amparados por ley", ha opinado.

Ha recordado que "no se puede tapar el nido de una especie protegida" y ha confiado en que, "con un poco de suerte y haciendo las cosas bien", esta colonia de cernícalos primillas sobreviva y la antigua iglesia recupere su esplendor, como un moderno centro de convenciones.

Este nuevo inmueble puede aumentar el atractivo turístico de Carmona al convertirse en un punto de interés para los crecientes viajeros ornitológicos europeos, pues esta rapaz sólo nidifica en el Sur de Europa.

Los milenarios muros de la antigua Quarmuna árabe; la Carmo romana y la Kar fenicia, que hunden sus cimientos en el período Calcolítico, a principios del tercer milenio antes de Cristo, podrán seguir ofreciendo sus oquedades como hogar al cernícalo primilla y sumar así al valioso patrimonio histórico-artístico de Carmona el también importante patrimonio natural que le acompaña desde hace siglos. EFE

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