La UE, a través de una resolución del parlamento europeo estimada por la comisión que preside Ursula von der Leyen, se ha planteado una flexibilización en la normativa protectora del lobo a la que se ha aferrado Castilla y León para pedir al Gobierno de España que la imite y de "marcha atrás".
"El lobo no está en regresión como el Gobierno de España dijo a la UE: se encuentra en absoluta expansión y así lo ha dicho la Unión Europea", ha explicado este martes en Valladolid el consejero de Medio Ambiente de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, antes de inaugurar una jornada informativa sobre residuos de vehículos en desuso.
Numerosos países de la UE, entre los que ha citado Austria, Eslovenia y Eslovaquia, han llamado la atención sobre el "problema de coexistencia" entre la ganadería y los grandes carnívoros como el lobo y el oso, que a su juicio "ponen en peligro" la subsistencia del medio rural como en su opinión sucede en España dentro de comunidades como Castilla y León, Asturias, Cantabria y Galicia.
Mientras la UE se plantea flexibilizar la normativa protectora de los grandes depredadores, el Gobierno de España "ha hecho lo opuesto, camina en sentido absolutamente contrario a la realidad del campo, de la ganadería y de la normativa europea: debe dar marcha atrás" y sacar al lobo del listado de especies protegidas sujetas a la prohibición de su caza, sin excepciones, ha añadido.
En el caso de Castilla y León, ha concluido el consejero, la realidad que viven los ganaderos es que el lobo "cada vez causa más daños, aumenta su población y no existe un control desde 2021".