Ganadero de cuna y amante de un toro fuera de los cánones actuales, Tomás Prieto de la Cal sigue siendo referente del campo bravo español. Sus ‘veraguas’ que pastan en los predios onubenses de La Ruiza son un tesoro genético de incalculable valor que sigue defendiendo a capa y espada.

El criador de bravo fue otro de los protagonistas de La Tarde de COPE Andalucía que esta semana analizó la situación actual de la tauromaquia y del sector ganadero.

Tomás Prieto de la Cal dijo ser “bastante crítico” con esa situación, “ya que toda evolución es buena hasta que nos pasamos. La selección ha ido encaminada a un toro más bravo, más selecto. Pero creo que se ha perdido, y los ganaderos nos hemos olvidado que el toro es un animal imprevisible. Nos hemos pasado buscando un toro que viva en cercas chicas, que sea casi domesticado. Eso da un toro previsible y a mí me gusta el toro imprevisible, el toro salvaje en su crianza al que se le someta a pocas manipulaciones”.

Sobre la posición de las administraciones públicas hacia la tauromaquia, el ganadero onubense reconoció que “el Gobierno ha ayudado poco, es verdad. Pero la pandemia ha puesto de manifiesto que el mundo del toro tiene muchos defectos en cuando a su organización. En eso tenemos que mejorar porque las administraciones son más o menos favorables al mundo del toro. Es verdad que hay una parte del Gobierno que es muy desfavorable y otro que, ‘lidiándolo’ bien, puede darnos cierto juego. Pero para esto último hay que estar bien organizado. El espectáculo ha ido a menos por culpa nuestra”.

Sobre qué cambiaría de la tauromaquia actual, Prieto de la Cal afirmó sin dudar que “lo cambiaría prácticamente todo. Lo único que no cambiaría serían los encastes, las ganaderías con sangres diferentes, las suertes del toreo y toreros que sean capaces de hacer esas suertes. Pero la estructura actual de la tauromaquia en España habría que cambiarla entera”.

También fue muy crítico con las grandes empresas taurinas que dirigen principales plazas de nuestro país y su actuación durante la pandemia: “Es una vergüenza que no se diesen toros el pasado año en plazas de primera. Se han rajado, tanto los propietarios de las plazas, llámese ayuntamientos, diputaciones o comunidades autónomas, como los empresarios. Han hecho un flaco favor a la Fiesta porque la gente piense que esto se acaba porque en cuanto hay un problema, no hay toros”.

Por último, Tomás Prieto de la Cal afirmó que “la Fiesta goza de mala salud porque le ha dado la espalda a su eje, que es el toro. Hay que volver a dar protagonismo al toro y los toreros se tienen que adaptar a ello y matar las ganaderías más renombradas para que el aficionado lo valore más y así se llenen las plazas”, concluyó.