Morenito se impone a los deslucidos 'bañuelos' y abre la última puerta grande en Burgos

Pepe Estévez

Morenito recibió a portagayola al tercero, un animal prácticamente inválido que llegó a echarse durante la lidia. Meritoria actuación del torero de la tierra, pulseando al noble y mortecino animal. La estocada y la disposición le valieron el trofeo.

Con la puerta grande medio abierta, salió Morenito a por todas en el sexto. Faena enfibrada y de apostar ante un toro rajado al que logró sujetar en los medios para aprovechar las inercias en la embestida y mayor recorrido por el izquierdo, jugando las bazas a favor de querencia.

Morante, que reaparecía después de tener que cancelar sus compromisos de Zamora y Soria por el percance sufrido el pasado 15 de junio en Móstoles (Madrid), quedó inédito ante un primer toro totalmente desfondado y muy deslucido. Faena breve del sevillano, que, en cambio, dio un auténtico sainete con los aceros.

Con el cuarto bis, que sustituyó a un titular devuelto por descoordinado, Morante se lució por verónicas a pies juntos rematadas con una vistosa serpentina.

No tuvo tampoco animal propicio el de la Puebla del Río en la muleta, mas esta vez sí anduvo más entregado el torero, que se inventó una meritoria faena, iniciada de manera bellísima por alto, a base de llevar siempre muy tapado a su antagonista, al que robó muletazos sueltos de buen porte sobre el pitón derecho.

Curro Díaz exhibió una excelente técnica y colocación con el manejable segundo, que tenía las fuerzas justas para mantenerse en pie.

El quinto se descordó nada más salir y tuvo que ser reemplazado por otro ejemplar de Bañuelos con más presencia que el sexteto inicial y que se dejó las fuerzas en el caballo. Llovía ya sobre mojado y el público protestó airadamente.

El de Linares logró mantenerlo en pie otra vez a base de paciencia y sin brusquedades, dando con la tecla adecuada en una entregada faena.