“Nunca he llegado a Madrid con tan buen ambiente ni yo en tan buen momento”, así se expresaba Domingo López Chaves en El Albero ante su próxima actuación el domingo en la Feria de Otoño.

Y es que el diestro charro llega a Madrid tras su triunfo en la última Feria de Salamanca y reconoce que “aunque pasan los años, uno tiene apredizaje y por circusntancias de la vida, por los años de alterantiva, por el tesón, la madurez... llego a Las Vents mejor preparado que nunca”.

Domingo salió a hombros en el coso de La Glorieta en un cartel de figuras junto a Manzanares y Roca Rey. Una tarde que, según reconocía esta semana en El Albero, “son de las que pesa, por la responsabilidad, por la presión de estar ante tus paisanos, la gente que te ha visto crecer... y además al lado de dos figuras del toreo. Uno tiene que apretar. Era mi primera vez ante una corrida de Cuvillo y pensaba que me podía salir un toro con clase, bueno. Y la verdad es que no salío. Tuvieron nobleza, pero no esa clase-clase que deseaba”.

Echando la vista atrás, López Chaves recordaba el pasado año, el de la pandemia y el confinamiento, y rememoraba que pese a todo, él pudo “torear más toros que en mi vida. Toreé mucho en el campo, cuatreños, utreros, cinqueños... fue una preparación grandísima. Me duele porque esos toros se tendrían que haber lidiado en la plaza, pero aquí por Salamanca los hemos tenido que torear en el campo gracias a la generosidad de los ganaderos”.

El torero salmantino también abordó su paso por el 'banquillo', el olvido que ha sufrido por parte de los empresarios y relataba que lo mejor para estar ahí es “saberlo administrar sin tener veneno. Te puede venir bien para saber quein eres, para crecer como torero sin amarguras. Después de los años que he estado parado, cuando te ponen en una feria, lo disfrutas una barbaridad. Después de 23 años de alternativa, no me veía yo en estas ferias y ahora que estoy, lo estoy disfrutando con mayúsculas. Dis-fru-tar, esa es la palabra”.

El diestro de Ledesma mira ya al frente, a su actuación en la Feria de Otoño, y reconocía en COPE que “Madrid siempre se gestiona mal, porque sabes que te juegas mucho. Siempre pienso que el traje tiene que ir ligero porque le metemos muchas cargas emocionales. Ahora mismo Madrid es la plaza que te puede cambiar el destino, para bien o mal. Pero hay que ir libre de mente, con el alma transpartente. Madrid pesa mucho. Por las mañanas te despiertas, piensas y dices, “no estoy preparado”, pero luego tras el café lo ves de otra manera. Yo solo pido que el tiempo deje, que no moleste el viento y que la corrida de Victorino salga como tenga que salir”.

Sobre dónde pesa más la responsabilidad, si en el circuito de las corridas duras donde tanto predicamento tiene, o en los carteles de figuras, López Chaves reconocía que “por respeto y admiración, con los míos... cuando veo a los Chacón, Robleño, Escribano, Lamelas.... los admiro tanto, que me enorgullece torear con ellos”.

Pese a su casi cuarto de siglo de alternativa, el torero salmantino afirmó que “habrá López Chaves mientra el corazón siga palpitando delante del toro como hasta ahora. Pero no se sabe... un toro te puede cambiar el destino en cualquier momento. No me está costando estar delante del toro, estoy disfrutando cada tarde y de lo que siempre he deseado, estar en las ferias”.