Pepe Estévez

El Juli, que cortó tres orejas, ha sido el triunfador numérico de la tarde de hoy en Valladolid, en la que José María Manzanares firmó la mejor faena, de dos orejas, mientras que el rejoneador Diego Ventura también cortó dos trofeos.

Faltó sensibilidad al no guardar un minuto de silencio por los recientemente fallecidos Clemente Castro "Luguillano" e Ignacio Hernández "Chimenea", banderillero y asesor de la plaza.

Abrió plaza Diego Ventura protagonizando una actuación entonada por encima del toro que barbeó tablas, al que le costó salir de los tableros. Ventura de menos a más alcanzó las mayores cotas en el tramo final con las cortas.

Con el cuarto, que cojeaba ostensiblemente, llegó a los tendidos con los ajustados quiebros en banderillas. El momento álgido llegaría al banderillear sin la cabezada, pisando terrenos muy comprometidos. Se inventó Ventura la faena, en la que hubo variedad y vibración.

El Juli, tras sus importantes triunfos en Sevilla y Madrid, no vino a pasar la tarde al coso del Paseo de Zorrilla. Sometió en la apertura de faena por bajo al segundo, de excelente condición, pero que, sin embargo, soltó la cara a principio de faena, algo que se lo corrigió el matador a base de técnica.

Lo que vino después fue un toreo a placer por ambos pitones, rotundo, exprimiendo el largo recorrido y humillación en la embestida del de Domingo Hernández. A modo de broche dejó unos circulares invertidos.

Se fue El Juli a los medios a brindar al público el quinto, manejable y de buen son, pero justo de fortaleza, lo pulseó al natural, poco a poco le fue bajando la mano, creciendo en intensidad en un trasteo que tuvo altibajos, llegando la mejor tanda sobre la diestra en el tramo final. Muy defectuosa la espada, excesivo botín el doble trofeo.

No se enteró la gente hasta el final de faena de la obra de Manzanares al tercero, más pendiente del transistor escuchando el partido de fútbol del Real Valladolid, que se está jugando el ascenso a primera división.

Había dejado unas verónicas con empaque y prestancia en el recibo, antes de que Paco María recetara un excelente puyazo. Bella faena sobre la diestra, cimentada en el temple y la ligazón, aprovechando la nobleza del astado, aunque excesivos resultaron los tiempos muertos entre tanda y tanda.

Con el que cerraba plaza, alto de agujas, más basto que sus hermanos, Manzanares firmó unas verónica a pies juntos, empujó con fijeza en el peto el animal.

Faena con ritmo y empaque del alicantino, aprovechando la dulzura en la embestida del toro, de extraordinaria clase, pero con el depósito de la casta y la fuerza en la reserva, sin duda los momentos de más belleza de toda la tarde. Excelente ejecución del volapié.

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FICHA DEL FESTEJO.- Dos toros para rejones de María Guiomar Cortés de Moura, poco colaborador el primero, de buen juego el cuarto; y cuatro en lidia ordinaria de Domingo Hernández, quinto y sexto con el hierro de Garcigrande, correctos de presencia, segundo bravo y encastado, tercero noble, quinto manejable y sexto de extraordinaria clase.

El rejoneador Diego Ventura: pinchazo y rejón trasero (ovación); rejón (dos orejas tras aviso).

El Juli, de grosella y oro: estocada tendida y atravesada y dos descabellos (oreja); estocada muy trasera y caída (dos orejas).

José María Manzanares, de sangre de toro y oro: dos pinchazos y estocada caída (ovación); estocada trasera y tendida (dos orejas).

Álvaro de la Calle actuó de sobresaliente.

En cuadrillas, destacó Paco María picando al tercero

La plaza registró menos de media entrada en tarde de agradable temperatura, y con lluvia durante la faena del sexto. EFE

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