En Reino Unido aún se ve la tele en blanco y negro. Al menos eso es lo que aseguran más de 7.000 hogares británicos. Más de cincuenta años después de que empezaran las emisiones en color el tono monocromático aún se deja ver a lo largo y ancho del país.

Su capital, Londres, tiene el mayor número de televisiones en blanco y negro, con 1.768, mientras que en el condado central de West Midlands hay 431 y 390 en la zona de Greater Manchester. Todo, según datos del organismo que gestiona el llamado canon televisivo, el TV License. Este, es el impuesto, de 150 libras anuales, unos 172 euros, que toda casa británica tiene que pagar si tiene televisión o la ve a través de internet. Así se financia en parte por ejemplo la cadena pública británica, la BBC.

Hay que recordar que las emisiones en color empezaron en julio de 1967 con la retransmisión por la BBC2 del torneo de tenis de Wimbledon, tres semanas antes de que también comenzaran en Alemania occidental. Desde ese momento se han reducido drásticamente las teles en blanco y negro, desde las 212.000 que había en 2000, hasta las 1.768 que quedan hoy.

Una noticia que, a simple vista, puede parecer muy curiosa, pero que tiene un trasfondo. Estos datos que ofrece este organismo son respecto al número de personas que pagan ese canon en blanco y negro. El truco está en que para este tipo de televisores el impuesto es más barato, solo 50 libras, unos 57 euros. Además, las cifras son orientativas ya que, como asegura este organismo, no se realizan controles de los hogares que afirman ver un televisor en blanco y negro. "Se confía plenamente", dicen. El aire bohemio de la noticia tiene otra arista más, recordar a todo aquel que tenga un televisor en casa que hay que “pasar por caja”.

El portavoz del TV Licensing, Jason Hill aseguró que todos tienen que pagar porque así se financia la televisión pública. "Tanto si ve EastEnders, Strictly o Question Time(tres programas de gran audiencia en Reino Unido) en blanco y negro en un televisor de 50 años, como en color o a través de internet, se necesita una licencia de televisión para ver o grabar programas a medida que se emiten”. El mes pasado, la organización anunció que más de 26.000 jóvenes de entre 18 y 25 años fueron sorprendidos viendo la televisión en directo sin licencia el año pasado. Las multas pueden ascender hasta los 1.000 euros si se consigue demostrar que no se paga el canon.