Un turista estonio ha acabado en el restaurante de una estación de esquí en la ladera de los Alpes, a 2.400 metros de altura, mientras buscaba el camino de vuelta a su hotel tras una noche de fiesta.

El hombre, en evidente estado de embriaguez, intentó encontrar su habitación en el Valle d'Aosta, pero siguió la ladera de la montaña y terminó durmiendo en un banco acolchado que encontró junto al restaurante de nombre Igloo, tal y como explica La Stampa. 

La policía local y los bomberos estuvieron buscándolo toda la noche, y tuvieron que enviar equipos de rescate para la fatigosa tarea. Sin embargo, nadie creyó que podría haber ascendido los 2.400 metros de altura a los que se encuentra el bar de la estación de esquí. Por esa misma razón, la operación de rescate se complicó.

Según fuentes policiales, el turista reconoció un chalet mientras volvía de su travesía, y es por ello que decidió continuar a pesar de que las condiciones geográficas y temporales no eran las adecuadas. Él tampoco llevaba la vestimenta adecuada, ni tan siquiera llevaba zapatos, por lo que se le proporcionaron unos en cuanto fue hallado. 

Tras llegar allí, el hombre intentó acceder al bar con la llave de su habitación. Sin embargo, no obtuvo la respuesta esperada. A pesar de ello, logró acceder al interior del restaurante, donde pudo tomar dos botellas de agua que le ayudaron a calmar su sed después de la ascensión.

Varias horas más tarde, cuando ya era de día, el personal del local encontró al turista estonio con las dos botellas. Según estiman las fuentes policiales, el hombre llegó entre las 2 y las 3 de la madrugada y no fue encontrado por los jóvenes que trabajaban en la sala hasta las 8.30. Ahora, el hombre se enfrenta a una multa por los gastos de movilización de efectivos policiales al lugar.