No hay cifras oficiales sobre cuántos vuelos operan vacíos o con muy poca demanda (de baja ocupación) con la única razón de atenerse a la norma de Bruselas pero se calcula que serían unos 20 mil solo en este otoño / invierno de los que la mayoría corresponderían a la aerolínea alemana Lufthansa. De hecho, hace casi un mes la propia compañía germana ya anunció que estimó que hasta marzo tendrá que poner en vuelo a 18.000 sin apenas pasajeros. La pandemia -y la última variante Òmicron- ha echado el traste las ganas de viajar de muchas personas pero la mayoría de vuelos siguen existiendo porque las aerolíneas se ven obligadas a mantener esos derechos de despegue y aterrizaje, los itinerarios y franjas horarias.

Los llamados derechos históricos o 'slots' que se denomina en la jerga aérea. Hace casi dos años, con el estallido de la pandemia, la Comisión Europea rebajó la exigencia del 80% al 50 pero ya ha anunciado que para primavera se volverá a elevar. Se ha fijado en el 64% a partir de marzo de cara a la temporada de verano. Y podría aumentar y recuperar ese 80% inicial antes de que acabe el año. Y para argumentarlo hace una semana Bruselas salió al paso de la polémica asegurando que hoy operan el 73% de los vuelos que lo hacían en 2019 (antes del COVID, en época prepandemia) y que se espera que a lo largo de este 2022 ese porcentaje crezca hasta el 88%.

Pablo Muñoz, responsable de Transportes de Ecologistas en Acción, asegura a COPE 'que hay bastante ruido y falta de transparencia en la información por parte de las aerolíneas y de la propia Comisión Europea y no hay datos detallados. Son vuelos innecesarios, ineficientes y sobre todo incoherentes con los instrumentos y las políticas que la UE se está dando para los objetivos de reducción de emisiones que tiene'.

Para ello pide medidas a corto y medio plazo. 'Sería necesario revisar lo que está sucediendo con todos esos vuelos fantasma o con muy poco pasaje porque lo mismo son susceptibles de ser eliminados, y también hacer una revisión del reglamento que rige la adjudicación de franjas horarias y de slots para hacerlo más flexible'.

Las aerolíneas, como la propia Lufthansa ha dicho en voz alta, no están contentas. Supone un gasto energético y personal innecesario. Saben que si por ejemplo, ahora mismo, no garantizan que el 50% de sus vuelos despegan pueden enfrentarse a perder sus derechos históricos de vuelo, esas franjas horarias con las que llevan años operando. Al principio de la pandemia la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ya pidió la suspensión temporal del reglamento vigente de los slots por lo menos hasta que la demanda aérea vuelva a ser la de antes.

Según los últimos datos de transporte aéreo en España en 2021 hemos recuperado el 44% de pasajeros y el 58% de los vuelos operados con respecto a 2019. Fuentes del sector aseguran a COPE que 'vacíos no hay vuelos totalmente vacíos pero la oferta sigue siendo mayor que la demanda por lo que los vuelos van menos llenos'. A renglón seguido nos añaden 'hay vuelos que van con muy pocos pasajeros a la ida pero con muchos a la vuelta y ya con eso se justifican los slots'.

¿Es tan importante mantener esos itinerarios de vuelo? Sí. Nos dicen que algunos, pandemia aparte, suponen el grueso de la facturación. 'Por ejemplo, las aerolíneas no quieren perder las franjas horarias de más demanda como pueden ser las de primera hora de la mañana y las de la última de la tarde en los llamados vuelos ejecutivos. O los que coincidiendo con el fin de semana despegan el viernes a mediodía y los que regresan el domingo por la noche'.

Conseguir hoy un slot es algo complicado. Tiene que salir un operador para que otro entre. 'Y una vez que lo pierdes -nos aseguran- es muy difícil de recuperar. Hay muchas aerolíneas pujando por ellos'.