¿Por qué los perros muerden nuestros zapatos? Estas son las cinco posibles causas detrás del comportamiento
Cuando nuestra mascota se queda sola demasiado tiempo en casa puede aburrirse o sufrir un exceso de energía. En muchas ocasiones recurren a morder los zapatos como forma de alivio

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Madrid - Publicado el - Actualizado
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Muchas personas comparten su vida junto a su perro, un animal que se vuelve uno más de la familia. Sin embargo, hay comportamientos que tienen que no somos capaces de comprender y que nos enfadan. Este es el caso de que lleguemos a casa y descubramos que nuestra mascota ha decidido morder uno de nuestros zapatos hasta dejarlo completamente destrozado. Nuestro primer impulso será regañarle porque creemos que es una trastada, sin embargo, no sabemos que hay varias posibles razones detrás de ese comportamiento. Estas son las siguientes.
Aburrimiento
Esta es una de las principales causas por las que nuestro perro muerde y rompa objetos de nuestra casa, al igual que ocurre con los ladridos. Cuando pasan muchas horas solos porque nos vamos a trabajar suele ser habitual que pasen por momentos de aburrimiento y tengan un exceso de energía que no se ve satisfecho puesto que están solos, así que buscarán algo con lo que entretenerse y desfogarse de alguna manera. Una de las formas que tienen es encontrar cualquier cosa que se encuentre a su alcance... ¡Y qué mejor que algo que está en el suelo!
Puede ser que nos preguntemos por qué no juegan con sus juguetes. Pues porque suelen aburrirse de ellos. Por eso, lo mejor que podemos hacer cuando sabemos que vamos a pasar un tiempo prolongado fuera de casa es jugar con ellos poco antes de irnos para que se queden cansados y satisfechos y no recurran a rompernos los muebles o el vestuario. Otra opción es guardarles premios dentro de los juguetes, con lo que estarán un rato entretenidos tratando de sacarlos.
Formación de dientes
Esto suele ser propio de los cachorros, aunque los problemas en las encías y dientes también puede darse en perros adultos. Cuando un can joven está cambiando los dientes de leche por los definitivos le ocurre igual que a los bebés humanos, les duelen las encías y necesitan sofocar ese sufrimiento mordisqueando cualquier cosa que les parezca atractiva, en este caso, un par de zapatillas nuestras. Este cambio en la dentadura les ocurre entre los tres y los seis meses de edad.
Exceso de energía
Este suceso está estrechamente relacionado con la falta de ejercicio y el aburrimiento. Cuando un perro es cachorro necesita mucho ejercicio diario, para cansarse y por su necesidad de jugar. En el caso de que sea adulto, ya no suele utilizar sus juguetes con tanta frecuencia, pero eso no significa que no tenga un exceso de energía que debe descargar. Cuanto más grande sea nuestro perro, más ejercicio físico necesityará, por ello los paseos deben ser largos y dejando que se relacione con otros de su especie y mantenga juegos con ellos que le cansen. Por este motivo, si salimos de casa para ir a algún lugar abierto, deberíamos llevar a nuestro perro con nosotros para evitar que se quede solo en casa durante demasiado tiempo y eso de lugar a que rompa cualquier cosa.
Juego divertido
Muchas teorías apuntan a que el material del que están hechos algunos zapatos hacen que a los perros les parezcan apetecibles. El hecho de que nuestro calzado esté fabricado con cuero hace que el olor les sea llamativo y les recuerde a comida. Esta podría ser una razón de que lo muerdan. Además, aquellos que tienen cordones parecen asemejarse a presas y sabemos que los perros son cazadores natos, por lo que este tipo de zapatillas les serán realmente atractivas.
La separación
Cuando nos marchamos de casa durante varias horas, nuestro perro puede tender a padecer ansiedad por separación y su forma de reconfortarse es buscar objetos que nos pertenezcan, puesto que están impregnados con nuestro olor corporal. Ya que las únicas prendas que pueden encontar a su alcance son los zapatos, van a por ellos. Esto hace que se sientan mejor, pues tienen el convencimiento de que, en algún momento dado, volveremos al hogar. Es más, el hecho de masticar ayuda a que un can relaje sus niveles de ansiedad y estrés.