Hasta el Bachillerato hay más padres que no dan paga a sus hijos que los que sí les entregan un cierto dinero para que organicen ellos mismos su gasto y su posible ahorro. El 14 por ciento la ofrece en Primaria, el 29 por ciento en Secundaria y el 48 por ciento en Bachillerato. Por debajo de los 15 años solo la reciben 4, de cada 10 hijos y solo en la etapa universitaria su uso es mayoritario en nuestro país.

Son datos del informe “Educación financiera en España: balance y perspectivas” de FUNCAS que también concluye que en casi la mitad de las familias españolas tampoco se habla con los hijos de entre 11 y 22 años ni de ingresos ni de impuestos que copan en este momento el debate político en España. Y todo a pesar de que es la familia, más que el colegio la que más peso tiene en la educación financiera de los niños siendo la paga, aseguran, uno de los instrumentos más interesantes para llevarla a cabo.

Según recoge su “Encuesta de Educación Financiera 2022” solo el 42 por ciento de los jóvenes que se dedican exclusivamente a estudiar reciben una paga. El 15 por ciento tiene una asignación semanal y el 27 por ciento la tiene mensual. Y otro dato interesante, a más de la mitad de los que no la reciben (53 por ciento) les gustaría tenerla. Es poco habitual que perciban dinero por realizar tareas domésticas o familiares o por obtener buenos resultados en los estudios. Y una parte logra sus ingresos trabajando.

El 48 por ciento de los que trabajan ahorra la mitad o más de lo que cobra. Entre quienes reciben una paga son el 42 por ciento los que logran poner de lado la mitad de la paga que reciben de su familia. Hay, en cambio, entre el 6 y el 7 por ciento que reconoce no ahorrar nada de su salario o de la asignación familiar.

“No dar la paga como se hace mayoritariamente en España es una medida de control por parte de los padres que pueden decidir en cada momento si financian o no la actividad o el producto que demandan sus hijos. Dar o no dar paga es un dilema por ello comprensible. Sin embargo, son bastantes los aprendizajes que se pueden sacar con esa paga: manejar un presupuesto con libertad sí, pero con restricciones y sin gastar más de lo que tienes y esta norma cuanto antes la aprendamos mejor, es un buen instrumento de educación financiera” explica en COPE Elisa Chuliá directora de Estudios Sociales de FUNCAS y profesora de sociología de la UNED.

¿Qué edad es la adecuada para dar la paga?

A juicio de Chuliá, “al comienzo de primaria (en torno a los 6 años) ya puede ser un buen momento para ir poco a poco y darles una pequeña suma de dinero y empezar a enseñarles que una parte la pueden gastar en cosas que les gustan y que sean razonables y que otra parte es conveniente que la ahorren”.

Javier tiene 3 hijos que tienen entre los 6 y los 11 años. En esta familia para el mayor la asignación comenzó con 9 años, pero ahora todos reciben una propina siempre eso sí que hagan bien sus tareas tanto en el hogar como en el colegio.

“Creo que es bueno que ellos se administren su dinero, pero vamos que no siempre somos constantes, el mayor recibe un euro a la semana, la del medio 50 céntimos y el pequeño de 6 años 25 céntimos y cuando se portan increíble les damos el doble” explica a COPE Javier.

Su hijo mayor de 11 años, Javier como su padre, está feliz con la asignación familiar: “me lo gasto sobre todo en sobres de fútbol y una parte la ahorro también por si algún día sale algo que quiero mucho y queda aún tiempo para mi cumple o para Reyes pues ahí decido gastármelo. Empezaron a darme la paga con 9 o 10 años y la verdad es que está bien, es emocionante cuando te da alguien dinero”.

En su caso solo la recibe como premio a un buen comportamiento, pero no es algo mayoritario. Según un reciente estudio de la plataforma educativa GoStudent y el banco online 026 , en 6 de cada 10 familias la paga es independiente del rendimiento escolar. El 15 por ciento da dinero extra si su hijo va bien en la escuela y el 22 por ciento de los casos la cantidad que reciben los hijos fluctúa y está directamente relacionada con los resultados académicos en el colegio o el instituto.

“La paga puede ser un ejemplo claro de darse cuenta de lo que valen las cosas y de lo que significa esforzarse para conseguirlas, que son valores educativos muy importantes para los hijos” explica en COPE José Manuel Jiménez, director del Instituto Santa Lucía.

¿Es mejor semanal o mensual y cuánto dinero darles?

En España y según ese mismo informe, es casi igual de frecuente que los padres den una paga mensual que semanal. Y también es común el modelo a la carta o a demanda de los hijos.

Andrea tiene 18 años y recibe 20 euros semanales que se gasta “una parte en tabaco y también en salir con los amigos”. A parte sus padres le pagan los 10 euros del transporte y completa sus finanzas con algún trabajo esporádico de camarera.

La consigna en casa, en cambio, para Paula que tiene ahora 22 años es que a partir de su mayoría de edad el dinero para sus gastos lo tenía que ganar. Dicho y hecho desde los 18 años y gracias a dos trabajos uno en Micropolix los fines de semana y otro a diario de lunes a viernes cuidando niños por la tarde lo ha conseguido y está “feliz de no tener que pedirles dinero a mis padres y de poder ganar mi propio dinero, me hubiera gustado empezar a trabajar incluso antes”.

El incentivar que los hijos trabajen en labores adaptadas a su edad es también positivo, según subraya Jiménez, “todo lo que sea que hagan pequeños trabajos es la mejor forma de que se den cuenta del esfuerzo que supone ganar el dinero y también de ponerlo en relación con el gasto”.

Hablar de dinero en casa, clave para la educación financiera

El 45 por ciento de los padres afirma no conversar apenas o nunca con sus hijos sobre los ingresos que entran al mes en casa y un 47 por ciento tampoco de los impuestos que pagan. Quienes si hablan a menudo de estos temas con sus hijos son solo el 17 o 18 por ciento de los padres, según una encuesta hecha por FUNCAS.

Y todo a pesar de que casi 9 de cada 10 padres consideran fundamental enseñar a sus hijos el valor del dinero y la importancia del ahorro.

En la transmisión de conocimientos financieros la familia desempeña un papel aún más fundamental que el colegio. En ella se aprenden los valores, experiencias y hábitos asociados a la gestión de los recursos.

“Hay que hablar en familia de dinero y de ahorro, que es un concepto importante, de la gestión de ingresos, del consumo responsable con ejemplos gráficos. Abordar el esfuerzo que implica conseguir el dinero y sobre todo de la importancia de la constancia de hacer las cosas poco a poco y no pensar como pasa ahora con las criptomonedas en los grandes pelotazos” subraya Jiménez.