Un total de 1.065 ancianos han fallecido en residencias de mayores de la Comunidad de Madrid durante el mes de marzo, pero no se pueden atribuir exclusivamente al coronavirus por la falta de test de detección.

Son datos extraídos del trabajo de inspectores del Centro de Control de Calidad e Inspección (CIRA) en las 475 residencias de la comunidad madrileña, en el que se indica que de los 1.065 ancianos muertos, 760 fallecieron en residencias y 305, una vez trasladados al hospital.

Además, 655 ancianos han dado positivo por coronavirus en lo que llevamos de marzo, 388 están hospitalizados, y 14.894 en aislamiento, de los cuales 4.156 presentan algún síntoma y 10.738 son actualmente asintomáticos.

El año pasado, en este mismo mes de marzo, según fuentes de la Consejería, fallecieron 460 personas en residencias de gestión indirecta y concertadas de la Comunidad de Madrid, que sumaban alrededor de 200, por lo que "por extrapolación" la cifra total de fallecidos en todos los tipos de centros fue de 900 personas.

La Comunidad de Madrid ha solicitado al Ministerio de Sanidad "que envíe todo el material necesario" para seguir atendiendo a las personas que están en las residencias. Según sus estimaciones se necesitarían 185.000 mascarillas y 930.000 EPI.

Por otra parte, la Junta de Castilla y León ha decidido intervenir la residencia de ancianos privada Valle del Cuco Ribera del Riaza del municipio burgalés de Adrada de Haza por deficiencias en la atención a sus 48 residentes por falta de personal. Ha comunicado el caso a la Fiscalía, que ya lo está estudiando.

Un familiar de una residente de este centro, propiedad de la Asociación Valle del Cuco, ha señalado que el problema se ha originado porque un tercio de la plantilla -siete trabajadores- se encuentran de baja por síntomas compatibles con el coronavirus.

En esta residencia, que cuenta con 48 plazas y se abrió en 2008: hay 14 ancianos aislados.

En Andalucía, la pandemia registra al menos 41 ancianos fallecidos y 80 infectados en las 665 residencias de mayores entre públicas y privadas que hay en la comunidad.

A fecha de 23 de marzo, ochenta ancianos que están en estas residencias han dado positivo en coronavirus, de los cuales han fallecido 41, aunque, de momento, el Gobierno andaluz no ofrece los datos desglosados de dónde se han producido los fallecimientos.

Una de las situaciones más complicadas en Andalucía se ha producido en una residencia de mayores de Cájar (Granada), donde han muerto al menos diez ancianos en los últimos días a consecuencia del coronavirus.

A esta se suma la situación de la residencia de ancianos de Alcalá del Valle (Cádiz), en la que ha surgido un foco que ha causado la muerte a tres residentes e infectado a 38 y a 19 trabajadores.

Una treintena de contagiados han sido traslados a la residencia de tiempo libre de La Línea, donde un grupo de vecinos de esa localidad han protestado por la llegada de los ancianos.

En el conjunto de residencias de Álava, un total de 23 ancianos han fallecido con coronavirus desde el inicio de esta pandemia, la mayoría, 21, en centros privados y 2 en la red foral, y 111 personas han dado positivo en las 94 residencias que hay en la provincia.

La Diputación de Álava ha hecho público este jueves este balance en el que también se indica que de los casos positivos, 14 personas están hospitalizadas y las 97 restantes están siendo atendidas en sus centros residenciales.

Asimismo, 80 de las personas diagnosticadas con el COVID-19 son usuarias de centros privados, mientras que las 31 restantes residen en centros forales.

Por su parte, tres residentes del centro geriátrico de Es Mercadal (Menorca) han dado positivo por coronavirus y el consistorio evaluará en las próximas horas las medidas a adoptar ante esta situación, una vez que las tres personas afectadas ya se encuentran aisladas.

Esta misma semana, los mayores ingresados habían difundido un vídeo en el que informaban a sus familias que estaban bien e instaban a la sociedad menorquina a quedarse en casa.